jueves, 21 de febrero de 2013

PRIMER PLANO (CLOSE-UP)


Abbas Kiarostami es sobradamente conocido por ser uno de los más influyentes artistas de la nueva ola del cine iraní, sus trabajos representan a la perfección el espíritu que planea sobre el cine de su época y región en sus vertientes más poéticas y filosóficas, decantándose en sus películas sobre la cara más realista frente a la metafórica, también característica de esta corriente cinematográfica (algo que le da un toque más neorrealista y que nos acerca a su primer cortometraje El pan y la calle), aunque a pesar de ello consigue que la una no esté reñida con la otra en la totalidad de sus trabajos. La importancia de su obra y el compromiso con sus ideales es tal, que uno de sus últimos trabajos, Copia certificada, coproducido junto a Francia e Italia y galardonado con la espiga de Oro en la SEMICI, fue prohibido en su país de origen, Irán. Seguramente las obras más representativas y celebradas son sus filmes más conocidos, que además le consagraron como director, hablo por supuesto de ¿Dónde está la casa de mi amigo?, A través de los olivos o El sabor de las cerezas con el que consiguió llevarse la Palma de Oro en Cannes, pero a pesar de que estos estupendos trabajos son los que más nos suenan al escuchar su nombre es otro el filme que la crítica se ha encargado en situar en la lista de las mejores películas de la historia, hablo del filme que hoy nos ocupa, Primer plano (Close-up).

Sabzian es un joven amante del cine que decide hacerse pasar por el conocido director iraní Mohsen Makhmalbaf (El ciclista, El matrimonio de los benditos), al conocer una admiradora del realizador en un autobús publico. Una vez ha establecido contacto con la familia de la mujer, es descubierto por su engaño y llevado a prisión acusado de estafa. A partir de la historia real de este suceso, Kiarostami decide rodar un documental con los propios protagonistas para acercarnos a los hechos y rebelarnos los motivos que llevaron a Sabzian a acometer el engaño.

Kiarostami, al toparse con la noticia en la prensa y sentirse atraído por la relación cinematográfica que esta esconde, decide acercase al lugar de los hechos para documentar gráficamente el juicio de Sabzian y realizar entrevistas tanto a este como al resto de los implicados para conocerlo todo más a fondo. Él mismo, al hablar con el protagonista, decide implicarse en la historia de su propio filme y poder ayudarlo a conseguir el perdón de los denunciantes. Abbas Kiarostami convence no sólo a la justicia de dejarle grabar tanto el juicio como hacer las entrevistas dentro de la cárcel, si no que convence a todas las partes para participar como actores en la película, interpretarse a si mismo recordando y reflexionando sobre todo lo sucedido y conseguir así una película simplemente única.

El realizador iraní nos invita así a varias reflexiones, por una parte nos plantea dudas acerca de la mente humana y de los motivos que pueden llevarnos a meternos en situaciones confusas, un ejercicio acerca de la ética y la propia moralidad. Preguntas como: ¿Qué ha llevado al joven a engañar a la familia?, ¿Qué pretendía conseguir con ello?, ¿Hasta que punto es este culpable de algo?, ¿Somos dueños de nuestras propias acciones?... Hasta ofrecernos un debate sobre el perdón y la bondad. Por la parte menos filosófica, el filme es una estupenda radiografía de la situación de un país, de una sociedad, y de las consecuencias que puede tener esa situación sobre las personas. Una reflexión que más de veinte años después sigue siendo muy valida y por desgracia aplicable más allá de las fronteras de Irán.

Más allá del contenido narrativo de la película, esta se convierte también en puro arte cinematográfico al danzar entre los límites de la realidad y la ficción, con unos resultados sorprendentes que no hacen más que llamar la atención no solo de cualquier buen cinéfilo, si no de toda aquella persona que se adentre en sus imágenes. Las habilidades constructivas del filme no nos dejan adiviniar si lo que nos están contando es un guión escrito, está pasando en ese momento o es algún tipo de montaje que desconocemos.

En definitiva, Kiarostami construye un ejercicio fílmico tan humano que es imposible no empatizar con él y reflexionar de su mano. Una película que juega con los limites del arte cinematográfico. Un filme de carácter único.

================================================================

TÍTULO ORIGINAL Nema-ye Nazdik
AÑO 1990
DURACIÓN 100 min.
PAÍS Irán
IDIOMA Persa, Azerí
DIRECTOR Abbas Kiarostami
GUIÓN Abbas Kiarostami
MÚSICA Kambiz Roushanavan
FOTOGRAFÍA Abbas Kiarostami
REPARTO Hossain Sabzian, Mohsen Makhmalbaf, Abolfazl Ahankhah, Mehrdad Ahankhah, Monoochehr Ahankhah, Mahrokh Ahankhah, Nayer Mohseni Zonoozi, Ahmad Reza Moayed Mohseni, Hossain Farazmand, Hooshang Shamaei, Haj Ali Reza Ahmadi
PRODUCTORA Kanun
GÉNERO Documental. Drama
TEMÁTICA Drama judicial. Cine Social. Cine dentro del cine

SINOPSIS
El iraní Abbas Kiarostami mezcla documental y drama a través de una historia en el que un fanático del cine finge ser el reputado director Mohsen Makmalbaf.

PREMIOS
1990: Montréal Festival of New Cinema: Premio de la crítica a mejor película
1992: Istanbul International Film Festival: Premio FIPRESCI

PUNTUACIONES
- Descubrepelis: 7
- Filmaffinity: 7,6
- IMDB: 8
* Media: 7,5

FRAGMENTO

VER TAMBIÉN

1 comentario:

  1. ¿Te cuento que no he visto practicamente nada de Kiarostami?
    D: No tengo perdón.

    ResponderEliminar