domingo, 2 de diciembre de 2012

ADIÓS, MUCHACHOS


Louis Malle es un director que siempre me ha ofrecido sentimientos encontrados, me gusta su cine, me parece un autor serio y con mucho que contarnos, pero sus películas se quedan en un extraño umbral dónde sus virtudes me juegan una mala pasada.

El caso de Adiós, muchachos no es distinto. El filme, sobradamente conocido por ser una de las películas más sensibles jamás rodada y sin contar con una sola pizca de sensiblería, nos cuenta en clave autobiográfica la historia de Quentin, un niño de casa acomodada que comparte su infancia en un internado católico para chicos. En ese lugar conoce a Bonnet, uno de los nuevos chicos recién llegados a la escuela y por el que poco a poco se irá interesando. Todo ello relatado en la Francia de 1943, en plena ocupación alemana del país.

El filme cuenta con varios aspectos interesantes que analizar, de entrada dejar que me centre en esa sobriedad con la que el autor nos relata su trabajo. Si bien ese es sin dudarlo el aspecto más brillante del filme, necesita una fácil empatía por nuestra parte, ya que al no forzar nuestros sentimientos al estar totalmente vacuo de sensiblería necesita de nuestra voluntad para profundizar en él. Por mi parte encontré una película tremendamente triste y dura, pero no conseguí sentir aquello que tanta gente ha vivido con las imágenes que Malle nos regala en este trabajo, de ahí que a pesar de reconocer que Adiós, muchachos es una película mayúscula, me quede con un leve chasco al no poder meterme más en sus entrañas.

Dejando de lado lo comentado podemos centrarnos en los otros puntos de vista que  encontrar en el filme. Además de no querer hacer un melodrama, Malle, tampoco quiere hacer un relato bélico posicionado y prefiere así centrarse en el día a día de la escuela, mostrarnos la vida allí, los juegos, las amistades, los hábitos de todos los que habitan el lugar... La guerra no es más una sombra que planea sobre sus cabezas y que forma parte del conjunto, los nazis no son más que unos matones que se dejan caer de vez en cuando por el sitio. Todo ello se nos relata desde la visión infantil, o de unos niños que están dejando de serlo. La relación entre los personajes se forja poco a poco a lo largo de todo el metraje ayudando de este modo a la identificación emotiva con ellos, tanto el autoconocimiento como la autoreflexión son piezas clave pare los muchachos, en especial el joven protagonista, que descubrirá poco a poco como la vida no es tan blanca ni tan negra como él cree. Así llegamos a un final que entra de cabeza en la historia de finales trágicos que se han visto del cine, aunque este lo sea de un modo totalmente ebrio, en el que el relato de la voz en off, y las imágenes casi inmóviles tienen mucho que contar.

A pesar de dejarme algo frío, no puedo dejar de recomendar esta película e invitaros a descubrirla vosotros mismos si no lo habéis hecho ya, realmente merece la pena descubrir su modo de narración. Por mi parte seguiré buscando el filme de Malle que por fin deje de producirme estas sensaciones tan contradictorias.

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TÍTULO ORIGINAL Au revoir les enfants
AÑO 1987
DURACIÓN 104 min.
PAÍS Francia, Alemania, Italia
IDIOMA Francés, alemán, inglés
DIRECTOR Louis Malle
GUIÓN Louis Malle
MÚSICA Franz Schubert, Camille Saint-Saëns
FOTOGRAFÍA Renato Berta
REPARTO Gaspard Manesse, Raphaël Fetjo, Francine Racette, Stanislas Carré de Malberg, Philippe Morier-Genoud, François Berléand, François Négret, Peter Fitz, Pascal Rivet, Bendit Henriet, Xavier Legrand, Irène Jacob
PRODUCTORA Nouvelles Éditions de Films / MK2 Productions / Stella Films
GÉNERO Drama
TEMÁTICA Amistad. Infancia. Años 40. II Guerra Mundial

SINOPSIS
Invierno de 1943. Durante la ocupación alemana de Francia, en un internado católico para chicos, Julián, un muchacho de trece años, queda impresionado por la personalidad de Bonnet, un nuevo compañero que ingresa en el colegio después de iniciado el curso. 

PREMIOS
1987: 2 Nominaciones al Oscar: Mejor película extranjera, guión original
1987: Globos de oro: Nominada Mejor película de habla no inglesa
1987: Festival de Venecia: León de Oro - Mejor película
1987: 7 Premios Cesar, incluyendo mejor película
1987: Premios David di Donatello: 3 premios, incluyendo Mejor film extranjero

CRÍTICAS
+ Louis Malle demuestra, una vez más, la diferencia entre sensibilidad y sensiblería. Esta obra maestra posee la primera a raudales sin acercarse siquiera a rozar la segunda. Las relaciones entre los jóvenes de un internado durante la Segunda Guerra Mundial le sirven al director para trazar un bellísimo retrato no sólo de la adolescencia, sino también de conceptos tales como la fidelidad o la traición. Bellísima. (Daniel Andreas: FILMAFFINITY) 

+ "Sutil, hermosa, compleja, dura, tierna y honesta" (Carlos Boyero: Diario El Mundo) 

+ "Bonita película, nada partidista y que refleja una historia sincera y muy emotiva" (Fernando Morales: Diario El País) 

CURIOSIDADES
- Adiós Muchachos es la historia de su director Louis Malle, recuerdos melancólicos que de forma totalmente deliberada recrean el fin de su propia infancia, con lo que la película adquiere un aire muy personal.

- Malle quiso realizar, de entrada, el filme en blanco y negro

- La película desencadenó una pólemica política por su representación de la colaboración francesa durante la ocupación nazi. El filme se estrenó justo cuando el nazi alemán Klaus Barbie iba a ser juzgado. Louis Malle (director del film) fue acusado de buscar culpables sobre todo en el bando francés y, algo inusual en la filmografía de Malle, de dar una imágen muy benévola de la iglesia.

FRASES
* Han pasado más de cuarenta años, pero, hasta el día de mi muerte, recordaré cada segundo de aquella mañana de Enero.

PUNTUACIONES
- Descubrepelis: 7
- Filmaffinity: 7,9
- IMDB: 8
* Media: 7,6

TRAILER


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5 comentarios:

  1. Soy de los que no la han visto, y no se si lo haré. Las películas con ese tonto triste no me suelen gustar demasiado. La vida ya es bastante perra como para ver cosas tristonas.

    Un abrazo.

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  2. Soy de los que no la han visto pero creo que pronto lo haré. Las películas con ese tono triste suelen gustarme demasiado. La vida es bastante perra como para no querer consolarse viendo cosas tristonas. Más aún si parecen ofrecer cierta consistencia. :)

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  3. A mí me pasa precisamente eso con muchas películas 'sensibles', me cuesta conectarme y quedo en el 'es bueno pero no me maravilla'. Ésta la tengo igual en lista de espera, no sé cómo llegó ahí pero no creo que le vaya a tocar pronto su turno.
    Por cierto, te voy a presumir que ya me llegó el documental de "Tell them anything you want".
    Saludos :)

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  4. Yo tampoco la he visto, pero puede estar bien.

    Un saludo.

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  5. Soy de los que no la han visto, pero algún día lo haré. Las películas con ese tono triste suelen llamarme demasiado poco la atención. La vida de mi perra ofrece consuelo a las tristonas inconsistencias de la vida, por eso no temo ver Adios Muchachos.

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