Aprovechando un día como hoy nos acercamos a una joya del cine que en su tiempo se las vio negras para llegar a las pantallas, con el tiempo y mucho esfuerzo no sólo logró esa meta, si no que en 1999 la película fue incluida entre los filmes que preserva el National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos por ser considerada "cultural, histórica, o estéticamente significativa". Y no es para menos, La sal de la tierra es una película imprescindible.
"¿Cómo contar una historia que no tiene principio?", se pregunta una voz en off que no tardamos en identificar como la de Esperanza Quintero, protagonista del metraje. La pobreza, discriminación y explotación laboral son factores siempre presentes en una pequeña población de Nuevo México, los trabajadores de la mina, hartos de los abusos deciden plantar cara a la patronal con una huelga con el fin de llegar a mejorar sus condiciones laborales y estatus de vida. Pero los mineros no son los únicos que tienen algo que decir, también sus esposas están cansadas del trato que se les da, así que deciden ir a por todas en la lucha para el beneficio de todos.
Antes de nada es interesante situar el filme en los tiempos que vivió (aunque no sea eso necesario para disfrutarlo). En 1947 no era extraño que un director o guionista terminara entre rejas al plasmar sus ideales (de izquierda) en sus obras, añadidos también a la larga lista negra del apolillado Hollywood de entonces. Herbert J. Biberman, director del filme fue uno de ellos, pero sus creencias no se vieron apagadas y armado con valentía se junto con un par de parias más del sector: Michael Wilson (guionista) y Paul Jarrico (productor); de este modo nacía la idea de un filme que causaría revuelo: La sal de la tierra.
Pocas películas han sido tan clandestinas, tan perseguidas y saboteadas en terreno norteamericano como el trabajo de estos señores. Para ello decidieron trasladarse a Nuevo México y basarse en la historia real de la huelga de unos mineros y sus familias del lugar. Para el equipo técnico y artístico necesitaron contar con otros especialistas vetados y nuevos y valientes rostros dispuestos a participar en una aventura de tal calibre, participando también en el elenco de actores unos secundarios de categoría, los propios mineros y esposas para interpretarse a si mismos. Sólo faltaba dar con la pareja protagonista, después de barajar varias posibilidades dieron con la potente Rosaura Revueltas, actriz mexicana dispuesta a enrolarse en la aventura, y más tarde y con dudas, a Juan Chacón, presidente de la Unión de Mineros sin ningún tipo de experiencia como actor y que además nada tenía que ver con la idea que el director tenía del personaje, sin embargo la decisión no pudo ser más acertada, ya estaba todo a punto, así nacía La sal de la tierra.
La realización fue dura, de entrada la prensa se hizo eco del rodaje y pronto empezó a correr el rumor de que un filme dirigido desde Moscú se guisaba en tierras americanas a modo de película-espia al servicio de Rusia. Los obstáculos a partir de aquí fueron de lo más arduos, incluso los prestigiosos laboratorios Pathé se negaron a seguir revelando el material que iban recibiendo del filme. Matones a sueldo, aeroplanos vigilando desde el cielo constantemente, amenazas escritas... Incluso de repente la oficina de inmigración decidió retirar el visado de Rosaura Revueltas enviándola de nuevo a su país. Hechos de este tipo hicieron trabajar al equipo en estudios clandestinos y pasar el material a través de la frontera como contrabando.
Una vez finalizado el rodaje (milagrosamente), todavía faltaba la parte de post-producción, difícil fue encontrar un laboratorio lo suficientemente valiente para procesar el material, y varios fueron los editores que fueron trabajando la película en estudios improvisados, pero finalmente el subversivo trabajo de Biberman estaba finalizado.
Los problemas no terminaban ahí, las presiones al sindicato de proyeccionistas hizo imposible la proyección en las salas comerciales, no fue hasta dar con el Grande Theater de Nueva York, una sala de carácter underground, que vieron su película en la gran pantalla y con público.
El resto fue rodado, a pesar de que críticos oficiales (incluso sin ver el filme) se encargaron de que el público no se acercara a las salas, famosos críticos independientes empezaron a elogiar la magnitud del trabajo, así, la película logró un exito apabullante en el extrangero, en especial en Francia dónde fue multi-galardonada y en México dónde su protagonista se convirtió en toda una aclamada estrella. Tuvieron que pasar más de diez años para que recibiese el reconocimiento merecido en su país de origen, Estados Unidos, para ser hoy una película clave de su historia.
Resumidos los acontecimientos podemos centrarnos en el metraje, un metraje que a pesar de estar claramente posicionado no pierde un ápice de la fuerza que tiene su historia. La película va mucho más allá de mostrar la injusticia que vivían los trabajadores y mostrarnos su lucha en pro de unos derechos no reconocidos, La sal de la tierra nos muestra además como las desigualdades también se encontraban dentro de las familias proletarias, dónde la mujer poco tenía que decir frente las decisiones de su marido, así nace una doble lucha en la que las mujeres se levantan para buscar sus propios derechos pero luchando siempre en el bando de sus maridos demostrándoles que sin ellas están perdidos. Es sorprendente ver la evolución de los acontecimientos, de como los roles del hombre y la mujer se invierten siendo ellas las que encabezan la lucha y ellos los que deben cuidar de sus hijos y hogares. Han pasado muchos años, y en ese aspecto el filme sigue teniendo la misma fuerza del mismo día.
La veracidad casi documental en los rostros de los más de cien secundarios no hacen más que reforzar el fuerte pulso del relato, y la presencia de una Revueltas que literalmente se come la pantalla sigue impresionando a día de hoy. En ocasiones también cuesta creer que Juan Chacón no era un actor preparado, que da a su personaje una veracidad increíblemente impresionante por su distanciamiento del cliché.
De igual modo su imponente fotografía y su épica banda sonora no hacen más que reforzar cualquier aspecto positivo de este reivindicativo metraje, lleno de momentos impresionantes y atrayentes en cada recoveco de su extensión.
La sal de la tierra es una película que no hay que dejar escapar, aunque sólo sea para ver que cincuenta años después las mejoras que hemos conseguido sólo han sido gracias a acciones como las del filme, pero también podemos ver cómo no hay que bajar la guardia, ya que las cosas en esencia no han cambiado tanto.
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TÍTULO ORIGINAL Salt of the Earth
AÑO 1954
DURACIÓN 95 min.
PAÍS Estados Unidos
IDIOMA Inglés, Español
DIRECTOR Herbert J. Biberman
GUIÓN Michael Wilson
MÚSICA Sol Kaplan
FOTOGRAFÍA Stanley Meredith, Leonard Stark (B&W)
REPARTO Juan Chacón, Will Geer, Rosaura Revueltas, Mervin Williams, Frank Talavera, Clinton Jencks, Virginia Jencks
PRODUCTOR Paul Jarrico
GÉNERO Drama
TEMÁTICA Cine social. Cine Independiente USA. Trabajo/empleo. Mujer
AÑO 1954
DURACIÓN 95 min.
PAÍS Estados Unidos
IDIOMA Inglés, Español
DIRECTOR Herbert J. Biberman
GUIÓN Michael Wilson
MÚSICA Sol Kaplan
FOTOGRAFÍA Stanley Meredith, Leonard Stark (B&W)
REPARTO Juan Chacón, Will Geer, Rosaura Revueltas, Mervin Williams, Frank Talavera, Clinton Jencks, Virginia Jencks
PRODUCTOR Paul Jarrico
GÉNERO Drama
TEMÁTICA Cine social. Cine Independiente USA. Trabajo/empleo. Mujer
SINOPSIS
Unos mineros de Nuevo México van a la huelga tras una serie de incidentes, librando una dura y amarga batalla en la que recibirán el apoyo de sus mujeres. Controvertido melodrama semidocumental en el que intervienen personajes auténticos, y que tuvo innumerables problemas durante y después del rodaje; el director, el productor, es guionista, el compositor y el actor Will Geer estaban, en aquella época, en la "lista negra" del comité de actividades antiamericanas del senador McCarthy. Hoy en día "Salt of the Earth" es uno de los pocos films preservados por la Librería del Congreso de los Estados Unidos por su importancia histórica y cultural.
CRÍTICAS
+ "Maravilloso clásico, a medio camino entre el documental y la ficción
(...) Un filme comprometido, profeminista y reivindicativo, repleto de
imágenes bellísimas" (Miguel Ángel Palomo: Diario El País)
FRASES
* ¿Te sientes mejor si hay alguien inferior a ti?
PUNTUACIONES
- Descubrepelis: 8
- Filmaffinity: 7,6
- IMDB: 7,4
* Media: 7,7
TRAILER
VER TAMBIÉN
Tengo que verla. Tengo la sensación de que es del estilo de Las uvas de la ira pero con menos edulcorante.
ResponderEliminarSólo por tu entusiasmo, me la apunto.
ResponderEliminarCinco tumbas al Cairo ya la tenía previamente, aunque creo que mi padre si la compró con el diario. De bélico sólo tiene la ambientación, no hay tiros ni guerras ni nada (sólo los primeros 2 minutos que sale un tanque). Resulta entretenida.
Saludos.