Después de su primer contacto con el terror en la criticada, aunque excelente, Red State (2011), Kevin Smith ataca de lleno al género con una propuesta de lo más singular: Tusk.
Wallace Bryton es uno de los conductores de un podcast sobre historias increíbles. Cuándo se dirige a Canadá para entrevistar a un chico que se cortó las piernas probando una katana, descubre que el joven ha fallecido y se queda sin reportaje. Para aprovechar el viaje, Wallace buscará una nueva noticia con la que saciar a sus oyentes, es entonces cuándo conoce al enigmático Howard Howe, un peculiar hombre que hará sacar el lado más animal de Wallace.
Smith echa mano de uno de los podcast semanales de SModcast que conduce junto a Scott Mosier Are, adaptándolo para la gran pantalla. Así nace una historia de lo más bizarra e imaginativa, un delirio único que no deja indiferente a nadie.
De entrada nos topamos con una cinta de terror la cual no sabemos hasta dónde nos va a conducir. Tras la aparición del personaje de Howard How la película toma un tono realmente terrorífico, que por un momento nos hace pensar que el común trato cómico de Smith va a ser escaso en el filme. Pero el metraje no se hace de rogar, cualquier indicio que nos pueda marcar que vamos a pasar miedo con la película desaparece rápidamente para ofrecernos una historia delirante, dónde el surrealismo narrativo hace gala de los acontecimientos más disparatados.
Tusk sería estupenda si no fuera tan solo por un motivo: que Smith se queda corto. Teniendo entre manos una historia de tal calibre, lo mejor para el espectador es arrollar con todo, y subir el listón de lo grotesco hasta el punto más álgido posible, pero el director de Clerks (1994) se queda sumido en un limbo en el que no alcanza ese nivel, y un filme que podría haber llegado a ser comparado con las primeras y más gamberras obras de Peter Jackson (hablo por ejemplo de Mal gusto [Bad Taste; 1987] o Braindead [1992]), queda algo descafeinado, dejándonos con una película un pelín grotesca, pero muy tamizada.
Algo que llama poderosamente la atención en Tusk es el reparto. De entrada nos topamos con Haley Joel Osment, un choque visual muy potente para los que teníamos olvidados al actor que dio vida al pequeño niño que hablaba con fantasmas en El sexto sentido (The Sixth Sense; M. Night Shyamalan, 1999), y que lo vemos aparecer en todas nuestras narices sin esperarlo, una contribución que aunque no sea de especial relevancia, debemos reconocer que impacta. Luego tenemos al genuino Michael Parks, una de las mejores cosas que puede pasar a un filme de Smith, como ya vimos en Red State. El actor vuelve a demostrar una vez más su facilidad con personajes excéntricos, sumando otro más a su lista de estupendas contribuciones al cine indie gamberro (no olvidemos que también es uno de los recurrentes en la filmografía de Tarantino); y completan el reparto estupendas contribuciones de Justin Long como protagonista, o para mi una desconocida Genesis Rodriguez, que sabe bien hacer su papel. Hay que tratar a parte la contribución de Johnny Depp, caracterizado de un modo que le hace casi irreconocible, y que da vida a un viejo policía charlatán de lo más curioso.
La verdad es que es una pena que un filme que podría haber sido un desvarío bien gordo, al final quede en una película bizarra de lo más suave, se echa de menos más mala leche en un guión que por contra rezuma genialidad en sus palabras. El filme de Smith es una película que no va a poner de acuerdo a nadie, ya que o te va ha encantar o simplemente te va a horrorizar, eso sí, no deja indiferente.
PD: Parece que Kevin Smith ya está preparando un spin-off de esta película, en que van a tomar el protagonismo las dos de las dependientas de la gasolinera -quizás de los mejores personajes que aparecen en el filme-, y dónde se rescatarán también otros de los que hemos visto en Tusk, como el detective interpretado por Johnny Depp.
Wallace Bryton es uno de los conductores de un podcast sobre historias increíbles. Cuándo se dirige a Canadá para entrevistar a un chico que se cortó las piernas probando una katana, descubre que el joven ha fallecido y se queda sin reportaje. Para aprovechar el viaje, Wallace buscará una nueva noticia con la que saciar a sus oyentes, es entonces cuándo conoce al enigmático Howard Howe, un peculiar hombre que hará sacar el lado más animal de Wallace.
Smith echa mano de uno de los podcast semanales de SModcast que conduce junto a Scott Mosier Are, adaptándolo para la gran pantalla. Así nace una historia de lo más bizarra e imaginativa, un delirio único que no deja indiferente a nadie.
De entrada nos topamos con una cinta de terror la cual no sabemos hasta dónde nos va a conducir. Tras la aparición del personaje de Howard How la película toma un tono realmente terrorífico, que por un momento nos hace pensar que el común trato cómico de Smith va a ser escaso en el filme. Pero el metraje no se hace de rogar, cualquier indicio que nos pueda marcar que vamos a pasar miedo con la película desaparece rápidamente para ofrecernos una historia delirante, dónde el surrealismo narrativo hace gala de los acontecimientos más disparatados.
Tusk sería estupenda si no fuera tan solo por un motivo: que Smith se queda corto. Teniendo entre manos una historia de tal calibre, lo mejor para el espectador es arrollar con todo, y subir el listón de lo grotesco hasta el punto más álgido posible, pero el director de Clerks (1994) se queda sumido en un limbo en el que no alcanza ese nivel, y un filme que podría haber llegado a ser comparado con las primeras y más gamberras obras de Peter Jackson (hablo por ejemplo de Mal gusto [Bad Taste; 1987] o Braindead [1992]), queda algo descafeinado, dejándonos con una película un pelín grotesca, pero muy tamizada.
Algo que llama poderosamente la atención en Tusk es el reparto. De entrada nos topamos con Haley Joel Osment, un choque visual muy potente para los que teníamos olvidados al actor que dio vida al pequeño niño que hablaba con fantasmas en El sexto sentido (The Sixth Sense; M. Night Shyamalan, 1999), y que lo vemos aparecer en todas nuestras narices sin esperarlo, una contribución que aunque no sea de especial relevancia, debemos reconocer que impacta. Luego tenemos al genuino Michael Parks, una de las mejores cosas que puede pasar a un filme de Smith, como ya vimos en Red State. El actor vuelve a demostrar una vez más su facilidad con personajes excéntricos, sumando otro más a su lista de estupendas contribuciones al cine indie gamberro (no olvidemos que también es uno de los recurrentes en la filmografía de Tarantino); y completan el reparto estupendas contribuciones de Justin Long como protagonista, o para mi una desconocida Genesis Rodriguez, que sabe bien hacer su papel. Hay que tratar a parte la contribución de Johnny Depp, caracterizado de un modo que le hace casi irreconocible, y que da vida a un viejo policía charlatán de lo más curioso.
La verdad es que es una pena que un filme que podría haber sido un desvarío bien gordo, al final quede en una película bizarra de lo más suave, se echa de menos más mala leche en un guión que por contra rezuma genialidad en sus palabras. El filme de Smith es una película que no va a poner de acuerdo a nadie, ya que o te va ha encantar o simplemente te va a horrorizar, eso sí, no deja indiferente.
PD: Parece que Kevin Smith ya está preparando un spin-off de esta película, en que van a tomar el protagonismo las dos de las dependientas de la gasolinera -quizás de los mejores personajes que aparecen en el filme-, y dónde se rescatarán también otros de los que hemos visto en Tusk, como el detective interpretado por Johnny Depp.
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TÍTULO ORIGINAL Tusk AÑO 2014 DURACIÓN 102 min. PAÍS Estados Unidos IDIOMA Inglés DIRECCIÓN Kevin Smith GUIÓN Kevin Smith MÚSICA Christopher Drake FOTOGRAFÍA James Laxton REPARTO Justin Long, Haley Joel Osment, Genesis Rodriguez, Michael Parks, Ralph Garman, Johnny Depp, Harley Morenstein, Bill Bennett, Rob Koebel, Paula Jilling, Jennifer Schwalbach Smith, Harley Quinn Smith, Lily-Rose Melody Depp, Ashley Greene, Doug Banks, Matthew Shively PRODUCTORA Demarest Films / Phase 4 Films / SModcast Pictures
GÉNERO Terror. Thriller. Comedia
TEMÁTICA Comedia de terror. Secuestros / Desapariciones. Asesinos en serie. Comedia negra
SINOPSIS
“¡No quiero morir en Canadá!”, suplica Wallace Bryton, un popular
podcaster al que una serie de eventos ha llevado hasta la frontera de
Canadá donde vive Howard Howe, que una vez fue salvado por una morsa.
Misántropo extremo, Howe tendrá una forma muy poco ortodoxa de sacar a
Wallace su lado más “animal”.
PREMIOS
2013: Sitges: Fuera de concurso
2014: Fright Meter: Nominada a mejor actor de reparto (Michael Parks)
2014: Fright Meter: Nominada a mejor actor de reparto (Michael Parks)
CRÍTICA
+ "Smith nos ofrece una sorpresa sacada de la manga que se encuentra entre sus mejores trabajos." (Scott Foundas: Variety)
+ "Una rareza lista para convertirse en una película de culto que se sostiene en la inspirada interpretación de Michael Parks." (John DeFore: The Hollywood Reporter)
+ "'Tusk' aterriza en el territorio de 'Human Centipede' en lo que respecta a su crudeza - es una advertencia, no una queja - pero también tiene una cualidad genuinamente evocadora" (Clark Collis: Entertainment Weekly)
+ "Una rareza lista para convertirse en una película de culto que se sostiene en la inspirada interpretación de Michael Parks." (John DeFore: The Hollywood Reporter)
+ "'Tusk' aterriza en el territorio de 'Human Centipede' en lo que respecta a su crudeza - es una advertencia, no una queja - pero también tiene una cualidad genuinamente evocadora" (Clark Collis: Entertainment Weekly)
PUNTUACIONES
6,0 | 5,4 | 5,6 | |||
NOTA MEDIA: 5,7 |
TRAILER
VER TAMBIÉN
Mira que Smith no me convence demasiado, pero tu crítica me ha animado y en cuanto llegue a casa la busco, que me ha picado mucho la curiosidad.
ResponderEliminarSaludos.
Locura, locura, LOCURA! Desconociendo totalmente los demás trabajos del director, lo que para mi gusto podía ser una interesante trama de misterio, terror y macabrismo vario, se convirtió en un chiste de mal gusto. Me decepcionó un poco éste giro tan marcado en la trama, dejándome con ganas de más seriedad. Pero al final no tienes más opción que dejarte llevar por la locura y regocijarte en los efectos especiales, en su clave de humor y esperar a que tal desvario acabe. Siguiendo con mi punto de vista, claro.
ResponderEliminarPues ya sabes que a mí me encantó. Quizás porque no comparto el fanatismo por las primeras cintas de Jackson, es que agradezco la contención en algunos momentos en que todo podría haber sido muy disparatado. Para mí fue fantástica e indudablemente de lo mejor del año pasado. Quizás si tuviera que quejarme de algo sería del toque ligeramente cursi del final pero supongo que también esa decadencia canadiense tenía su razón de ser, jo.
ResponderEliminarSaludos.