Hay que reconocer que 2014 ha sido un buen año para las apuestas animadas made in USA, y eso que Pixar ha estado ausente este año para reformar un poco su linea de estrenos, aunque evidentemente siempre hay en el mercado un hueco para lo mediocre. Las grandes y pequeñas productoras empiezan a mimar más y más lo que tienen entre manos, pues se han dado cuenta que su público potencial, el infantil y sus acompañantes, son un público que ya no se contenta con cualquier cosa, pues con las cintas para todos los públicos se pueden recaudar enormes sumas, pero el fracaso económico también puede llegar a derrumbar a más de un grande (si no que le pregunten a Dreamworks). Todavía tenia pendiente una de estas películas, una de las que más se ha escuchado su nombre este año: El libro de la vida.
Manolo y Joaquín son dos niños enamorados de María, y entre juegos se disputan su amor. Los tres juntos forman una amistad solida que solo se quebrará cuándo, tras un pequeño incidente, María es enviada a España, lejos de su pueblo para aprender a ser una señorita. El tiempo pasa y Joaquín se convierte en todo un héroe para su pueblo, por otro lado Manolo, se ve obligado a seguir la tradición de su familia como torero, pero él en realidad, lo que ama es la música. Con la vuelta de María las disputas amorosas vuelven a la carga, algo que no trascendería más allá del clásico romance si no fuera por la apuesta que La Catrina y Xibalba, dos deidades del inframundo, han echo. Su envite consiste en ver cuál de los dos muchachos terminará junto a María, el resultado puede alterar todo el mundo tal y como lo conocemos.
El libro de la vida es la ópera prima en largo de Jorge R. Gutiérrez, mexicano afincado en California, que gracias al apoyo de Guillermo del Toro ha podido dar vida a esta espiritual cinta animada. Gutiérrez parte de la idea de la celebración del Día de los muertos para crear su propio universo, una apuesta muy fresca para una cinta gestada en Hollywood.
La película es contada como un cuento, dónde un grupo de niños escuchan una historia de la que no habían oído hablar antes. Ahí, Gutiérrez se acerca muy sutilmente, casi de modo simpático, a uno de los problemas de la globalización, mostrándonos como la cultura es una de las sentenciadas a muerte con las políticas capitalistas. Los niños no saben de que va eso del Día de los muertos, ellos solo conocen Halloween, y evidentemente jamás habían oído hablar de La Catrina o Xibalba. Así, se crea un acercamiento a las raíces, e intenta llegar a ese público ya alejado, de la mejor de las maneras. Hay que decir, que las licencias son bastante libres, pues el filme toma prestadas las ideas de la mitología para realizar la suya propia, gestando inframundos que en realidad no son así originalmente y seres a los que les cambia roles, como La Catrina convertida en La Muerte, o Xibalba, que es una mezcla de varias deidades demoníacas (especialmente la de Hun-Can) y tomando nombre del mismo mundo subterráneo de la misma mitología maya. Gutiérrez nos enseña así como el progreso y la mezcla no tiene por que estar reñida con las raíces.
Pero no todo está permitido en El libro de la vida, pues ciertos hábitos culturales pueden ser parte de nuestra identidad, pero no por ello significar que sean correctos. Uno de los aspectos que me chocaban antes de ver el filme era uno de sus protagonistas: Manolo, un torero. Es de sobra conocido por todos que la tauromaquia es considerada por unos como un arte, pero no es difícil darse cuenta de su verdadera cara, más cercana a la barbarie que a cualquier arte. Incluir un personaje como Manolo en una película destinada mayoritariamente a un público infantil me pareció atrevido, incluso llegué a dudar de lo correcto del hecho, pero está claro que no se puede juzgar un libro por su portada, y después de ver el filme me siento muy satisfecho con el trato que se le ha dado.
Lo bueno de El libro de la vida es como consigue defender las raíces culturales reflexionando a su vez sobre ellas. Manolo es torero, pero no por convicción, sigue con la tradición por imposición paterna, él lo que en realidad ama es la música, y aborrece la muerte injustificada. La resolución a tal conflicto no puede estar mejor logrado, pues aunque reconoce las raíces, nos enseña como hay cosas que están por encima de toda creencia, y lo mejor de todo, es que nos lo muestra todo a través del perdón, y ello gracias a una maravillosa canción.
Canción que por supuesto se suma a todas las genialidades de la partitura de Gustavo Santaolalla. Unos ritmos latinos mezclados con el sonido más contemporáneo (incluso canciones pop) que añaden vida a un filme ya de por si rebosante de energía. Canciones maravillosas, sinceras y divertidas.
Pues si una cosa destaca en El libro de la vida es el explosivo diseño colorista que impregna de magia toda la pantalla. Decorados y personajes no solo están diseñados con el mayor de los ingenios, si no que además están echos a medida para la historia que se nos está contando. Su estilo animado es deslumbrante, y poco importa si este está creado por ordenador, al final su belleza es aplastante. Y aunque todo ese diseño se base en los tópicos más rimbombantes de la cultura mexicana, algo que argumentalmente también se siembra en el filme, es fácil ver que se hace sin ningún tipo de soberbia, si no de la más clara de las simpatías, toreando el cliché con buenas maneras.
Existe un gran pero en el filme de Gutiérrez, pues parece que el mexicano no termina de controlar muy bien los ritmos del metraje, así nos deja con la sensación de que la película no termina de arrancar, que se estanca en contarnos una historia de amor a la que le falta fuerza narrativa, y no por culpa de una mala historia, pues aunque sea simple, podría alzarse mucho más si el ritmo del filme estuviese mejor pautado.
Aún así hay que decir que los protagonistas están muy bien tratados y son de lo más redondos, pues el material emocional que presentan está muy bien hilado, además que sirve para ensalzar ese sentimiento de cambio sin perder la esencia de lo que somos. Si ya hablamos de Manolo y su afán por escribir su propia vida, nos queda hablar de María, una mujer que ya de niña no parece estar dispuesta a aceptar ningún rol de género que se le imponga, algo que se va desarrollando a lo largo del metraje de un modo muy directo y acertado, y de Joaquín, que parte de un claro egocentrismo para evolucionar hacía el verdadero sentido de la vida comunitaria, especialmente gracias a la amistad.
No quiero olvidarme de aplaudir el gran trabajo actoral que hay detrás de los personajes animados. En un filme dónde los protagonistas son hispanos, pero hablan inglés, algo de entrada muy chocante, se consigue librar bien el combate gracias a las voces de Diego Luna, Zoë Saldana, Ron Perlman o Channing Tatum. Enamorado de la pequeña aportación de Plácido Domingo.
El libro de la vida es una película fresca, amena y divertida, todo un soplo de aire fresco para los recurrentes universos del cine de Hollywood. Una pequeña cinta, llena de vida que se disfruta de cabo a rabo.
Manolo y Joaquín son dos niños enamorados de María, y entre juegos se disputan su amor. Los tres juntos forman una amistad solida que solo se quebrará cuándo, tras un pequeño incidente, María es enviada a España, lejos de su pueblo para aprender a ser una señorita. El tiempo pasa y Joaquín se convierte en todo un héroe para su pueblo, por otro lado Manolo, se ve obligado a seguir la tradición de su familia como torero, pero él en realidad, lo que ama es la música. Con la vuelta de María las disputas amorosas vuelven a la carga, algo que no trascendería más allá del clásico romance si no fuera por la apuesta que La Catrina y Xibalba, dos deidades del inframundo, han echo. Su envite consiste en ver cuál de los dos muchachos terminará junto a María, el resultado puede alterar todo el mundo tal y como lo conocemos.
El libro de la vida es la ópera prima en largo de Jorge R. Gutiérrez, mexicano afincado en California, que gracias al apoyo de Guillermo del Toro ha podido dar vida a esta espiritual cinta animada. Gutiérrez parte de la idea de la celebración del Día de los muertos para crear su propio universo, una apuesta muy fresca para una cinta gestada en Hollywood.
La película es contada como un cuento, dónde un grupo de niños escuchan una historia de la que no habían oído hablar antes. Ahí, Gutiérrez se acerca muy sutilmente, casi de modo simpático, a uno de los problemas de la globalización, mostrándonos como la cultura es una de las sentenciadas a muerte con las políticas capitalistas. Los niños no saben de que va eso del Día de los muertos, ellos solo conocen Halloween, y evidentemente jamás habían oído hablar de La Catrina o Xibalba. Así, se crea un acercamiento a las raíces, e intenta llegar a ese público ya alejado, de la mejor de las maneras. Hay que decir, que las licencias son bastante libres, pues el filme toma prestadas las ideas de la mitología para realizar la suya propia, gestando inframundos que en realidad no son así originalmente y seres a los que les cambia roles, como La Catrina convertida en La Muerte, o Xibalba, que es una mezcla de varias deidades demoníacas (especialmente la de Hun-Can) y tomando nombre del mismo mundo subterráneo de la misma mitología maya. Gutiérrez nos enseña así como el progreso y la mezcla no tiene por que estar reñida con las raíces.
Pero no todo está permitido en El libro de la vida, pues ciertos hábitos culturales pueden ser parte de nuestra identidad, pero no por ello significar que sean correctos. Uno de los aspectos que me chocaban antes de ver el filme era uno de sus protagonistas: Manolo, un torero. Es de sobra conocido por todos que la tauromaquia es considerada por unos como un arte, pero no es difícil darse cuenta de su verdadera cara, más cercana a la barbarie que a cualquier arte. Incluir un personaje como Manolo en una película destinada mayoritariamente a un público infantil me pareció atrevido, incluso llegué a dudar de lo correcto del hecho, pero está claro que no se puede juzgar un libro por su portada, y después de ver el filme me siento muy satisfecho con el trato que se le ha dado.
Lo bueno de El libro de la vida es como consigue defender las raíces culturales reflexionando a su vez sobre ellas. Manolo es torero, pero no por convicción, sigue con la tradición por imposición paterna, él lo que en realidad ama es la música, y aborrece la muerte injustificada. La resolución a tal conflicto no puede estar mejor logrado, pues aunque reconoce las raíces, nos enseña como hay cosas que están por encima de toda creencia, y lo mejor de todo, es que nos lo muestra todo a través del perdón, y ello gracias a una maravillosa canción.
Canción que por supuesto se suma a todas las genialidades de la partitura de Gustavo Santaolalla. Unos ritmos latinos mezclados con el sonido más contemporáneo (incluso canciones pop) que añaden vida a un filme ya de por si rebosante de energía. Canciones maravillosas, sinceras y divertidas.
Pues si una cosa destaca en El libro de la vida es el explosivo diseño colorista que impregna de magia toda la pantalla. Decorados y personajes no solo están diseñados con el mayor de los ingenios, si no que además están echos a medida para la historia que se nos está contando. Su estilo animado es deslumbrante, y poco importa si este está creado por ordenador, al final su belleza es aplastante. Y aunque todo ese diseño se base en los tópicos más rimbombantes de la cultura mexicana, algo que argumentalmente también se siembra en el filme, es fácil ver que se hace sin ningún tipo de soberbia, si no de la más clara de las simpatías, toreando el cliché con buenas maneras.
Existe un gran pero en el filme de Gutiérrez, pues parece que el mexicano no termina de controlar muy bien los ritmos del metraje, así nos deja con la sensación de que la película no termina de arrancar, que se estanca en contarnos una historia de amor a la que le falta fuerza narrativa, y no por culpa de una mala historia, pues aunque sea simple, podría alzarse mucho más si el ritmo del filme estuviese mejor pautado.
Aún así hay que decir que los protagonistas están muy bien tratados y son de lo más redondos, pues el material emocional que presentan está muy bien hilado, además que sirve para ensalzar ese sentimiento de cambio sin perder la esencia de lo que somos. Si ya hablamos de Manolo y su afán por escribir su propia vida, nos queda hablar de María, una mujer que ya de niña no parece estar dispuesta a aceptar ningún rol de género que se le imponga, algo que se va desarrollando a lo largo del metraje de un modo muy directo y acertado, y de Joaquín, que parte de un claro egocentrismo para evolucionar hacía el verdadero sentido de la vida comunitaria, especialmente gracias a la amistad.
No quiero olvidarme de aplaudir el gran trabajo actoral que hay detrás de los personajes animados. En un filme dónde los protagonistas son hispanos, pero hablan inglés, algo de entrada muy chocante, se consigue librar bien el combate gracias a las voces de Diego Luna, Zoë Saldana, Ron Perlman o Channing Tatum. Enamorado de la pequeña aportación de Plácido Domingo.
El libro de la vida es una película fresca, amena y divertida, todo un soplo de aire fresco para los recurrentes universos del cine de Hollywood. Una pequeña cinta, llena de vida que se disfruta de cabo a rabo.
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TÍTULO ORIGINAL The Book of Life AÑO 2014 DURACIÓN 95 min. PAÍS Estados Unidos IDIOMA Inglés, Español DIRECCIÓN Jorge R. Gutiérrez GUIÓN Jorge R. Gutiérrez, Douglas Langdale MÚSICA Gustavo Santaolalla VOCES ORIGINALES Diego Luna, Zoe Saldana, Channing Tatum, Ron Perlman, Christina Applegate, Ice Cube, Kate del Castillo, Hector Elizondo, Danny Trejo, Carlos Alazraqui, Ana de la Reguera, Emil-Bastien Bouffard, Elias Garza, Genesis Ochoa, Plácido Domingo, Jorge R. Gutiérrez PRODUCTORA 20th Century Fox Animation / Reel FX Creative Studios / Chatrone PRODUCCIÓN Guillermo del Toro
GÉNERO Animación. Comedia. Fantástico. Musical. Romance
TEMÁTICA Sobrenatural. Toros. 3D. Muerte / Duelo. Mitología. Música
SINOPSIS
La película cuenta el viaje de Manolo, un joven torero que se debate
entre cumplir con las expectativas de su familia o seguir su corazón y
dedicarse a su verdadera pasión: la música. Antes de escoger el camino
que seguirá, emprende una aventura recorriendo tres mundos fantásticos,
donde tendrá que superar sus peores miedos.
PREMIOS
2014: Globos de Oro: Nominada a Mejor filme de animación
2014: Premios Annie: Mejor diseño de personajes. 5 nominaciones
2014: Satellite Awards: Nominada a Mejor largometraje animación
2014: Critics Choice Awards: Nominada a Mejor largometraje de animación
2014: Premios Annie: Mejor diseño de personajes. 5 nominaciones
2014: Satellite Awards: Nominada a Mejor largometraje animación
2014: Critics Choice Awards: Nominada a Mejor largometraje de animación
CRÍTICA
+ "Un trabajo visualmente deslumbrante que disimula su tópica historia con una atmósfera hechizante" (Frank Scheck: The Hollywood Reporter)
+ "Una golosina visual (...) una alegre fábula animada que mezcla viejos mitos con metáforas actuales" (Geoff Berkshire: Variety)
+"Como el mexicano Día de los Muertos, la película mezcla con éxito y de manera muy disfrutable, lo macabro con lo festivo (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)" (Jordan Hoffman: New York Daily News)
+ "Una alegre celebración del folklore mexicano con un sólido reparto, una sensibilidad irreverente y un maravilloso diseño visual" (Michael Ordona: San Francisco Chronicle)
= "Musical gloriosamente colorido, que casi compensa (pero no lo suficiente) su falta de diálogos concisos con sus imágenes (...) Puntuación: ★★ (sobre 4)" (Sara Stewart: New York Post)
= "Esta película a menudo hermosa y demasiado moribunda, y exhaustivamente frenética, tiende a ser menos enérgica que las personas muertas que bailan en ella." (Manohla Dargis: The New York Times)
= "Aunque no convenza del todo en cuestión de ritmo y de narrativa, más por falta de control que por tedio, acaba contagiando con su espíritu de cuento intemporal" (Javier Ocaña: Diario El País)
+ "Es una delicia visual, abigarrada y colorista como una feria mexicana, y la aparente morbidez del tema de los muertos se resuelve, como en el imaginario burtoniano, con buenas dosis de inventiva y poesía (...) Puntuación: ★★★ (sobre 5)" (Antonio Weinrichter: Diario ABC)
= "La historia no es particularmente estimulante, pero el diseño visual es magnífico (...) El amor incondicional de Jorge R. Gutiérrez por la cultura popular de su país es tan evidente como contagioso (...) Puntuación: ★★★ (sobre 5)" (Jordi Batlle Caminal: Diario La Vanguardia)
+ "Cuando el relato se adentra en el inframundo de la Tierra de los Recordados, la avalancha de imaginería cálido-siniestra embelesa los sentidos, y nos hace pensar en un Tim Burton tocado por el ardor latino." (Manuel Yáñez Murillo: Fotogramas)
+ "Una película que ofrece un despliegue visual impactante y un menú de canciones no menos atractivo ." (Javier Porta Fouz: Diario La Nación)
+ "Una golosina visual (...) una alegre fábula animada que mezcla viejos mitos con metáforas actuales" (Geoff Berkshire: Variety)
+"Como el mexicano Día de los Muertos, la película mezcla con éxito y de manera muy disfrutable, lo macabro con lo festivo (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)" (Jordan Hoffman: New York Daily News)
+ "Una alegre celebración del folklore mexicano con un sólido reparto, una sensibilidad irreverente y un maravilloso diseño visual" (Michael Ordona: San Francisco Chronicle)
= "Musical gloriosamente colorido, que casi compensa (pero no lo suficiente) su falta de diálogos concisos con sus imágenes (...) Puntuación: ★★ (sobre 4)" (Sara Stewart: New York Post)
= "Esta película a menudo hermosa y demasiado moribunda, y exhaustivamente frenética, tiende a ser menos enérgica que las personas muertas que bailan en ella." (Manohla Dargis: The New York Times)
= "Aunque no convenza del todo en cuestión de ritmo y de narrativa, más por falta de control que por tedio, acaba contagiando con su espíritu de cuento intemporal" (Javier Ocaña: Diario El País)
+ "Es una delicia visual, abigarrada y colorista como una feria mexicana, y la aparente morbidez del tema de los muertos se resuelve, como en el imaginario burtoniano, con buenas dosis de inventiva y poesía (...) Puntuación: ★★★ (sobre 5)" (Antonio Weinrichter: Diario ABC)
= "La historia no es particularmente estimulante, pero el diseño visual es magnífico (...) El amor incondicional de Jorge R. Gutiérrez por la cultura popular de su país es tan evidente como contagioso (...) Puntuación: ★★★ (sobre 5)" (Jordi Batlle Caminal: Diario La Vanguardia)
+ "Cuando el relato se adentra en el inframundo de la Tierra de los Recordados, la avalancha de imaginería cálido-siniestra embelesa los sentidos, y nos hace pensar en un Tim Burton tocado por el ardor latino." (Manuel Yáñez Murillo: Fotogramas)
+ "Una película que ofrece un despliegue visual impactante y un menú de canciones no menos atractivo ." (Javier Porta Fouz: Diario La Nación)
PUNTUACIONES
7,0 | 6,8 | 7,3 | |||
NOTA MEDIA: 7,0 |
TRAILER
VER TAMBIÉN
Ufff, no se yo. Llevo una temporada que apenas veo animación. No por nada, sino porque no me ha dado por ahí. Y si te digo la verdad, entre que tiene "cancioncitas" y la historia (bueno, y lo del torero, que me parece inapropiado inculcar que eso es una profesión como tal). Así que no se si la veré.
ResponderEliminarSaludos.
Pues a mi me gustó bastante, la verdad. Si se dejan los prejuicios de lado para darle una oportunidad, es un caramelo que se hace disfrutar. Me encantó el colorido, la ambientación, la estética y todo el rollito tradicional/mitológico. Y como guinda, el mensaje antitaurino que se revela creo que abre una puerta a la visibilidad de éste posicionamiento, llegando a mentalidades adultas e infantiles al mismo tiempo.
ResponderEliminarNo tenía demasiadas ganas de verla en cine, pero me tocó en casa de uno de mis pequeños sobrinos obsesionado con la cinta que nopodíacreer que todavía no la hubiera visto. Sin duda creo que lo mejor es su diseño visual y la presentación de varias tradiciones, pues es cierto que por momentos su ritmo no es el mejor. Además que a mí particularmente me chocó un poco el primer marco narrativo (el de los niños en el museo) y el personaje de María. Creo que su aparente discurso de género está muy mal tratado porque la deja como un personaje plano, como una necia caprichosa que al final, cómo no, se reivindica como sólo una feminista puede reivindicarse: casándose.
ResponderEliminar(Explicarle eso a mi sobrino de cuatro años fue un poco más difícil)
Eso sí, la película fue mucho más de lo que yo esperaba y la disfruté bastante. Algo todavía más inesperado tomando en cuenta su premisa (seguro que en el fondo amo la mexicanidad incluso cuando es animadamente superflua, jo).
Saludos.