Estamos de enhorabuena, pues en España empieza un nuevo rumbo en pro el cine patrio. A partir de mañana lunes 11 de mayo, arranca en la televisión pública del país, concretamente en el segundo canal nacional (La 2), un ciclo que durará un mínimo de dos años. Todas las semanas, de lunes a viernes y en prime time (las 10 de la noche) podremos ver una película española en televisión dentro del programa Historia de nuestro cine que presentará Elena S. Sánchez y dirigirá Francisco Quintanar. Este nuevo cambio en la programación y sumado a la continuidad del programa Versión Española presentado por Cayetana Guillén Cuervo y toda la actualidad en cines con el ya mítico Días de cine, es una apuesta valiente y necesaria que consolida La 2 como una estupenda referencia cultural que nos ayudará a apreciar y descubrir lo mejor de nuestro cine.
El programa se compondrá por una serie de bloques, dedicando cada día a unas décadas concretas, de manera que los lunes será el turno de las películas de la década de los 30 y 40; los martes de los 50 y 60; miércoles de los 70, jueves de los 80 y viernes de los 90. Aunque esta primera semana arrancará con un bloque especial dedicado a Cannes, dónde podremos ver ¡Bienvenido, Míster Marshall! (Luis García Berlanga, 1953), La niña de luto (Manuel Summers, 1964), Surcos (José Antonio Nieves Conde, 1951), Los santos inocentes (Mario Camus, 1984) y Viridiana (Luis Buñuel, 1961).
Entre las películas que se irán viendo a los largo de estos meses en Historia de nuestro cine destacan títulos como Morena clara (Florián Rey, 1936), El crimen de la calle Bordadores (Edgar Neville, 1946), Embrujo (Carlos Serrano de Osma, 1947) o Nada (Edgar Neville, 1947), de los años 30 y 40; El cebo (Ladislao Vajda, 1958), Plácido (Luis García Berlanga, 1961), Historias de la radio (José Luis Sáenz de Heredia, 1955), El extraño viaje (Fernando Fernán-Gómez, 1964), Los ladrones somos gente honrada (Pedro Luis Ramírez, 1956) o La busca (Angelino Fons, 1966), de los 50 y 60; Las largas vacaciones del 36 (Jaime Camino, 1976), Un hombre llamado Flor de Otoño (Pedro Olea, 1978) o La escopeta nacional (Luis García Berlanga, 1978), de los 70; El crack (José Luis Garci, 1981), El sur (Víctor Erice, 1983), Las bicicletas son para el verano (Jaime Chávarri, 1984), Secretos del corazón (Montxo Armendáriz, 1997) y El viaje a ninguna parte (Fernando Fernán Gómez, 1986), de los 80; Familia (Fernando León de Aranoa, 1996), Bajarse al moro (Fernando Colomo, 1988), Mujeres al borde de un ataque de nervios (Pedro Almodóvar, 1988), Vacas (Julio Medem, 1992), La niña de tus ojos (Fernando Trueba, 1998) o Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto (Agustín Díaz Yanes, 1995), de los 90.
Para ir abriendo el apetito hoy traigo un mediometraje realizado para televisión que abría la ahora conocida como trilogía surrealista de Jose Luis Cuerda. Total es la primera entrega, seguida por la excelente e imprescindible Amanece que no es poco (1988), y cerrando el trío está la menor Así en el cielo como en la tierra (1995).
Nos encontramos en el año 2598 en Londres, un típico pequeño pueblo castellano dónde el fin del mundo hace unos días que se empieza a anunciar. Lorenzo el pastor nos irá contando las señales que le han llevado a descubrir este apocalipsis: las vacas acuden a la escuela, las paredes de los edificios se derrumban, Doña Paquita aparece sin previo aviso... Un relato sobre como fue aquello del gran final.
Total pertenece al grupo de aquellas películas que una valiente televisión pública se atrevío a producir ofreciendo altas dosis de calidad en sus pantallas. Películas como la de Cuerda o La Cabina (Antonio Mercero, 1972), abiertas a la experimentación y capaces de cosechar premios allá dónde fueran.
Este primer metraje es sin duda la semilla que más tarde explosionaría en Amanece que no es poco, encontrando las primeras jocosas y surrealistas ideas que más tarde Cuerda convertiría en un largometraje mucho más solido y completo. De todos modos no podemos menospreciar lo que en menos de una hora se nos muestra en Total, pues en pocos minutos es fácil quedar totalmente entregado a las historias de ese pequeño pueblo, cada cual más delirante. Todo gracias a un guión dónde no solo los diálogos están más que bien encontrados, si no todas las situaciones vividas y los enlaces entre ellas, creando un lugar dónde el surrealismo no es excusa para que logremos creernoslo.
Una película deliciosamente impresionante, que con facilidad os da una muestra de la grandeza de las ideas de Jose Luis Cuerda, un aperitivo para los que todavía no hayáis descubierto su obra magna (Amanece...) que de bien seguro os dejará con las ganas de revisar la trilogía por completo.
El programa se compondrá por una serie de bloques, dedicando cada día a unas décadas concretas, de manera que los lunes será el turno de las películas de la década de los 30 y 40; los martes de los 50 y 60; miércoles de los 70, jueves de los 80 y viernes de los 90. Aunque esta primera semana arrancará con un bloque especial dedicado a Cannes, dónde podremos ver ¡Bienvenido, Míster Marshall! (Luis García Berlanga, 1953), La niña de luto (Manuel Summers, 1964), Surcos (José Antonio Nieves Conde, 1951), Los santos inocentes (Mario Camus, 1984) y Viridiana (Luis Buñuel, 1961).
Entre las películas que se irán viendo a los largo de estos meses en Historia de nuestro cine destacan títulos como Morena clara (Florián Rey, 1936), El crimen de la calle Bordadores (Edgar Neville, 1946), Embrujo (Carlos Serrano de Osma, 1947) o Nada (Edgar Neville, 1947), de los años 30 y 40; El cebo (Ladislao Vajda, 1958), Plácido (Luis García Berlanga, 1961), Historias de la radio (José Luis Sáenz de Heredia, 1955), El extraño viaje (Fernando Fernán-Gómez, 1964), Los ladrones somos gente honrada (Pedro Luis Ramírez, 1956) o La busca (Angelino Fons, 1966), de los 50 y 60; Las largas vacaciones del 36 (Jaime Camino, 1976), Un hombre llamado Flor de Otoño (Pedro Olea, 1978) o La escopeta nacional (Luis García Berlanga, 1978), de los 70; El crack (José Luis Garci, 1981), El sur (Víctor Erice, 1983), Las bicicletas son para el verano (Jaime Chávarri, 1984), Secretos del corazón (Montxo Armendáriz, 1997) y El viaje a ninguna parte (Fernando Fernán Gómez, 1986), de los 80; Familia (Fernando León de Aranoa, 1996), Bajarse al moro (Fernando Colomo, 1988), Mujeres al borde de un ataque de nervios (Pedro Almodóvar, 1988), Vacas (Julio Medem, 1992), La niña de tus ojos (Fernando Trueba, 1998) o Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto (Agustín Díaz Yanes, 1995), de los 90.
Para ir abriendo el apetito hoy traigo un mediometraje realizado para televisión que abría la ahora conocida como trilogía surrealista de Jose Luis Cuerda. Total es la primera entrega, seguida por la excelente e imprescindible Amanece que no es poco (1988), y cerrando el trío está la menor Así en el cielo como en la tierra (1995).
Nos encontramos en el año 2598 en Londres, un típico pequeño pueblo castellano dónde el fin del mundo hace unos días que se empieza a anunciar. Lorenzo el pastor nos irá contando las señales que le han llevado a descubrir este apocalipsis: las vacas acuden a la escuela, las paredes de los edificios se derrumban, Doña Paquita aparece sin previo aviso... Un relato sobre como fue aquello del gran final.
Total pertenece al grupo de aquellas películas que una valiente televisión pública se atrevío a producir ofreciendo altas dosis de calidad en sus pantallas. Películas como la de Cuerda o La Cabina (Antonio Mercero, 1972), abiertas a la experimentación y capaces de cosechar premios allá dónde fueran.
Este primer metraje es sin duda la semilla que más tarde explosionaría en Amanece que no es poco, encontrando las primeras jocosas y surrealistas ideas que más tarde Cuerda convertiría en un largometraje mucho más solido y completo. De todos modos no podemos menospreciar lo que en menos de una hora se nos muestra en Total, pues en pocos minutos es fácil quedar totalmente entregado a las historias de ese pequeño pueblo, cada cual más delirante. Todo gracias a un guión dónde no solo los diálogos están más que bien encontrados, si no todas las situaciones vividas y los enlaces entre ellas, creando un lugar dónde el surrealismo no es excusa para que logremos creernoslo.
Una película deliciosamente impresionante, que con facilidad os da una muestra de la grandeza de las ideas de Jose Luis Cuerda, un aperitivo para los que todavía no hayáis descubierto su obra magna (Amanece...) que de bien seguro os dejará con las ganas de revisar la trilogía por completo.
TÍTULO ORIGINAL Total AÑO 1983 DURACIÓN 52 min. PAÍS España IDIOMA Español DIRECCIÓN José Luis Cuerda GUIÓN José Luis Cuerda MÚSICA José Nieto FOTOGRAFÍA Juan Martín Benito REPARTO Miguel Rellán, Manuel Alexandre, Luis Ciges, María Luisa Ponte, Agustín González, José María Caffarell, Enriqueta Carballeira, María Luisa Ponte, Alicia Sánchez, Eusebio Lázaro, Chus Lampreave PRODUCCIÓN TVE
GÉNERO Comedia. Fantástico
TEMÁTICA Comedia absurda. Surrealismo. Mediometraje. Telefilm. Fin del mundo
SINOPSIS
Año 2598. Hace tres días que el mundo ha llegado a su fin en Londres, un
pequeño y perdido pueblo de ambiente castellano. Lorenzo, pastor de
ovejas, nos cuenta una serie de sucesos extraordinarios que han ido
anunciando el fin del mundo: las vacas quieren ir a la escuela, las
paredes se derrumban, o Doña Paquita se aparece en los lugares más
insospechados...
PREMIOS
1983: Montecarlo: Premio Especial de la Crítica y Premio Especial del Jurado
CRÍTICA
+ "Una película muy divertida, desternillante por momentos, que dura lo que tiene que durar y anticipa las genialidades que se le ocurrirían a Cuerda para sus dos siguientes films" (Beatriz Maldivia: Blog de cine)
- "La originalidad del arranque de Total no encuentra después un desarrollo hacia arriba, no crece, no hace engordar los kilos del interés del espectador, y éste se va desinteresando poco a poco del tinglado. La correcta, simplemente correcta, realización e interpretación se queda de esta manera en una corrección sobre el vacío. Total, nada." (Ángel Fernández-Santos: El país)
- "La originalidad del arranque de Total no encuentra después un desarrollo hacia arriba, no crece, no hace engordar los kilos del interés del espectador, y éste se va desinteresando poco a poco del tinglado. La correcta, simplemente correcta, realización e interpretación se queda de esta manera en una corrección sobre el vacío. Total, nada." (Ángel Fernández-Santos: El país)
PUNTUACIONES
7,0 | 7,0 | 7,3 | |||
NOTA MEDIA: 7,1 |
PELÍCULA
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