Habría que entender las televisiones públicas como algo plural, un lugar dónde se puedan escuchar las voces de todas las ideologías e idiosincrasias. Un lugar dónde la población pueda verse reflejada, dónde pueda participar. Ocurre que no suele ser así. Ciutat Morta (Ciudad muerta), es una película independiente de la productora Metromuster que se suma a esa ola que ya comenté en la entrada sobre Bye Bye Barcelona (Eduardo Chibás Fernández, 2014), donde se refleja el descontento de la población sobre el sistema bajo el que vivimos, utilizando la ciudad de Barcelona para ello, aunque sus historias sean perfectamente aplicables a una escala más global. Ciutat Morta puede estar orgullosa de haber recorrido varios festivales dónde ha recibido grandes aplausos y premios, como el de mejor documental en el Festival de Málaga, lo que la convierte en un filme imprescindible. De este modo es curioso que Televisió de Catalunya, la televisión pública de la zona dónde nació, decida esquivar cualquier intento de programarla en sus cadenas. Es una pena que sólo tras una fuerte campaña de presión, la cadena autonómica haya decidido por fin ofrecerse como una pantalla para poder disfrutarla, aunque sea con una baja campaña publicitaria, en la segunda cadena y con una (inútil) censura judicial de cinco minutos. Así, por fin, se ha podido ver (y se puede re-visionar a través del servicio online de la cadena) el documental dentro del estupendo programa de cine Sala33, con una posterior y pequeña charla con los directores.
Aunque el filme puede encontrarse en diferentes plataformas online, a partir del 4 de febrero podrá verse libremente en la misma web de la productora, una oportunidad que no hay que dejar pasar.
La noche del 4 de febrero de 2006 terminó en desgracia a causa de una carga policial en un teatro okupado de Barcelona dónde se celebraba una fiesta. El resultado, varios detenidos y un agente en coma. Ciutat Morta no es una película sobre la aplicación de la ley, es la terrorífica historia de una venganza.
Y digo terrorífica porque la película de Xavier Artigas y Xapo Ortega no es un documental al uso, es más bien un filme de terror capaz de dejar helado a cualquiera, mucho más que cualquier cinta de género. La película nos conduce hacía los hechos acontecidos aquella fatídica noche de febrero, recogiendo los argumentos silenciados de aquellos que se convirtieron en cabeza de turco de un entramado mucho más complejo del que a priori podríamos observar.
La película se centra en varios protagonistas. Por un lado tres españoles de origen sudamericano, que fueron automáticamente arrestados como supuestos culpables por el homicidio del agente (el cual recibió el golpe de una maceta en la cabeza). Tres jóvenes que automáticamente vieron como la noche se transformó en un infierno de torturas y vejaciones por parte los que se hacen llamar fuerzas de seguridad. Por otro lado tenemos a Patricia, una chica que tras sufrir la caída de su bicicleta, junto a Alfredo, es llevada al hospital más cercano para que le revisen las heridas. Allí, sin quererlo ni beberlo, un agente les convierte también en culpables de homicidio, tan solo por el modo de vestir. Ciutat morta tiene evidentemente más protagonistas, y juntos, se encargan de construir otra versión de los hechos, aquella que las fuerzas del orden, las de la justicia, las políticas, y los medios de comunicación, no quieren escuchar. Tras varios juicios, años de cárcel, dos agentes acusados de torturas con una pensión por incapacidad de entre 1600 y 1800 euros, el caso sigue cerrado sin que la justicia se interese por esclarecer todas las evidencias. Ni la muerte da Patricia ha sido suficiente motivo para sacar a relucir la verdad.
Como indicaba el principio, podemos incluir Ciutat Morta, dentro de ese grupo de documentales descontentos con el sistema, junto a Bye Bye Barcelona. A pesar de la relación entre ellas, en Ciutat Morta nos topamos con un relato mucho más escalofriante, aquí no solo se recogen las quejas de los que tienen que convivir en una ciudad cada vez menos pensada para habitarla, en ella descubriremos los más oscuros secretos a voces de un sistema quebrado y no quiere ser sanado. Y por ello, hay que dedicarle una especial atención.
Puede que el filme sea señalado como una película falta de objetividad a pesar de los intentos de hablar con todas las partes implicadas en los sucesos del 4-F y el resto de casos relacionados. Pero se puede decir que en realidad lo que hace es complementar aquello que se ha vendido como verdad, es decir, contrarrestar información. De ahí que intentar colgarle la etiqueta de subjetiva es un error de los más grandes, ya que lo que hace en realidad es denunciar y ofrecer otra versión, de unos hechos ya vendidos y sorprendentemente aceptados.
Por si el relato no fuera suficiente motivo para engullir sin pensárselo este filme documental, hay que añadirle un tratamiento cinematográfico digno del mejor realizador. La mayor parte de las veces, es fácil que un documental de denuncia, recurra a los esquemas más clásicos del reportaje, pero Ciutat Morta construye un relato fílmico único y valiente. De entrada es fácil adivinar un uso de la cámara totalmente excepto de miedos, los movimientos de encuadre durante las entrevistas o los planos recurso que en realidad no podríamos llamar recurso, ya que están impregnados de un sentido narrativo tan sensible como abrumador, consiguen demostrar que se puede llevar el cine de no ficción al terreno más artístico, aunque este esté cerca del reportaje. De este modo también sorprende el perfecto uso del montaje, que deja entrever detrás horas y horas de buen trabajo, para ofrecernos el mejor de los resultados. Un resultado que se combina a la perfección con una banda sonora digna del mejor cine de terror y/o suspense, que demuestra que a pesar de las denuncias, en Ciutat Morta no se olvida lo que es en realidad el cine.
Podéis encontrar mucha información sobre el caso del filme en Internet, con lo cual no voy a entrar mucho en los detalles que en él se exponen, pero no olvidéis que el mejor complemento para entender el entramado esdisfrutar hacerlo con el visionado de la película. Un buen modo de conocer la desinformación que vivimos sobre casos que nos remiten a épocas dónde los derechos humanos apenas existían, donde las libertades de las personas eran algo secundario, y dónde los intereses de las altas estancias estaban por encima de la población. En definitiva, una muestra de aquello que se nos oculta, una muestra de la necesidad de exigir la recomposición de un sistema que parece, ha dejado de funcionar.
Recordar, a partir del 4 de febrero, la película queda liberada en la web de la productora, y podrá verse de modo gratuito bajo licencia Creative Commons.
Aunque el filme puede encontrarse en diferentes plataformas online, a partir del 4 de febrero podrá verse libremente en la misma web de la productora, una oportunidad que no hay que dejar pasar.
La noche del 4 de febrero de 2006 terminó en desgracia a causa de una carga policial en un teatro okupado de Barcelona dónde se celebraba una fiesta. El resultado, varios detenidos y un agente en coma. Ciutat Morta no es una película sobre la aplicación de la ley, es la terrorífica historia de una venganza.
Y digo terrorífica porque la película de Xavier Artigas y Xapo Ortega no es un documental al uso, es más bien un filme de terror capaz de dejar helado a cualquiera, mucho más que cualquier cinta de género. La película nos conduce hacía los hechos acontecidos aquella fatídica noche de febrero, recogiendo los argumentos silenciados de aquellos que se convirtieron en cabeza de turco de un entramado mucho más complejo del que a priori podríamos observar.
La película se centra en varios protagonistas. Por un lado tres españoles de origen sudamericano, que fueron automáticamente arrestados como supuestos culpables por el homicidio del agente (el cual recibió el golpe de una maceta en la cabeza). Tres jóvenes que automáticamente vieron como la noche se transformó en un infierno de torturas y vejaciones por parte los que se hacen llamar fuerzas de seguridad. Por otro lado tenemos a Patricia, una chica que tras sufrir la caída de su bicicleta, junto a Alfredo, es llevada al hospital más cercano para que le revisen las heridas. Allí, sin quererlo ni beberlo, un agente les convierte también en culpables de homicidio, tan solo por el modo de vestir. Ciutat morta tiene evidentemente más protagonistas, y juntos, se encargan de construir otra versión de los hechos, aquella que las fuerzas del orden, las de la justicia, las políticas, y los medios de comunicación, no quieren escuchar. Tras varios juicios, años de cárcel, dos agentes acusados de torturas con una pensión por incapacidad de entre 1600 y 1800 euros, el caso sigue cerrado sin que la justicia se interese por esclarecer todas las evidencias. Ni la muerte da Patricia ha sido suficiente motivo para sacar a relucir la verdad.
Como indicaba el principio, podemos incluir Ciutat Morta, dentro de ese grupo de documentales descontentos con el sistema, junto a Bye Bye Barcelona. A pesar de la relación entre ellas, en Ciutat Morta nos topamos con un relato mucho más escalofriante, aquí no solo se recogen las quejas de los que tienen que convivir en una ciudad cada vez menos pensada para habitarla, en ella descubriremos los más oscuros secretos a voces de un sistema quebrado y no quiere ser sanado. Y por ello, hay que dedicarle una especial atención.
Puede que el filme sea señalado como una película falta de objetividad a pesar de los intentos de hablar con todas las partes implicadas en los sucesos del 4-F y el resto de casos relacionados. Pero se puede decir que en realidad lo que hace es complementar aquello que se ha vendido como verdad, es decir, contrarrestar información. De ahí que intentar colgarle la etiqueta de subjetiva es un error de los más grandes, ya que lo que hace en realidad es denunciar y ofrecer otra versión, de unos hechos ya vendidos y sorprendentemente aceptados.
Por si el relato no fuera suficiente motivo para engullir sin pensárselo este filme documental, hay que añadirle un tratamiento cinematográfico digno del mejor realizador. La mayor parte de las veces, es fácil que un documental de denuncia, recurra a los esquemas más clásicos del reportaje, pero Ciutat Morta construye un relato fílmico único y valiente. De entrada es fácil adivinar un uso de la cámara totalmente excepto de miedos, los movimientos de encuadre durante las entrevistas o los planos recurso que en realidad no podríamos llamar recurso, ya que están impregnados de un sentido narrativo tan sensible como abrumador, consiguen demostrar que se puede llevar el cine de no ficción al terreno más artístico, aunque este esté cerca del reportaje. De este modo también sorprende el perfecto uso del montaje, que deja entrever detrás horas y horas de buen trabajo, para ofrecernos el mejor de los resultados. Un resultado que se combina a la perfección con una banda sonora digna del mejor cine de terror y/o suspense, que demuestra que a pesar de las denuncias, en Ciutat Morta no se olvida lo que es en realidad el cine.
Podéis encontrar mucha información sobre el caso del filme en Internet, con lo cual no voy a entrar mucho en los detalles que en él se exponen, pero no olvidéis que el mejor complemento para entender el entramado es
Recordar, a partir del 4 de febrero, la película queda liberada en la web de la productora, y podrá verse de modo gratuito bajo licencia Creative Commons.
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TÍTULO ORIGINAL Ciutat morta (Ciudad muerta) AÑO 2014 DURACIÓN 120 min. PAÍS España IDIOMA Catalán, Español DIRECCIÓN Xavier Artigas, Xapo Ortega GUIÓN Mariana Huidobro, Jesús Rodríguez, Xavier Artigas, Xapo Ortega MÚSICA Las CasiCasiotone FOTOGRAFÍA Xavier Artigas, Xapo Ortega REPARTO Elvira Prado, Sílvia Villullas, Rodrigo Lanza, Juan Pintos, Mariana Huidobro, Diana Junyent, Helen Torres, Jaume Asens, David Fernández, Virginia Álvarez, Jesús Rodriguez, Gregorio Morán, Francesc Co, Manuel Delgado, Gonzalo Boyé, Metello Alonge, Raffaello Manacorda PRODUCTORA Metromuster
GÉNERO Documental
TEMÁTICA Cine social. Corrupción. Política. Drama judicial
SINOPSIS
Junio de 2013, un grupo de 800 personas entran en un cine abandonado del
centro de Barcelona para proyectar un documental. Una vez dentro,
cambian el nombre del edificio: el antiguo Palacio del Cine se llama a
partir de ahora Cine Patricia Heras. ¿Quién fue Patricia? ¿Por qué
decidió quitarse la vida? Y lo más importante ¿qué tiene que ver
Barcelona con su muerte? Una acción de desobediencia, con fuerte
contenido simbólico y un gran impacto mediático, que busca -a través de
la historia de Patricia- dar a conocer la otra cara de Barcelona, la
Ciudad Muerta.
PREMIOS
2014: Festival de Málaga: Mejor documental. Biznaga de Plata
2014: San Sebastián: Sección Made in Spain
2014: Festival Iberoamericano de Huelva: Mejor documental
2014: Muestra del Atlántico Alcances: Premio del público al mejor largometraje
2014: L'alternativa de Barcelona: Premio GAC al mejor guión.
2014: Festival de cine y derechos humanos de Barcelona: Premio Amnistia Internacional
2014: Festival Plataforma Nuevos Realizadores Madrid: Premio al mejor largometraje. Premio de la crítica. Premio del jurado joven.
2014: MiradasDoc: Mención Honorífica
2014: San Sebastián: Sección Made in Spain
2014: Festival Iberoamericano de Huelva: Mejor documental
2014: Muestra del Atlántico Alcances: Premio del público al mejor largometraje
2014: L'alternativa de Barcelona: Premio GAC al mejor guión.
2014: Festival de cine y derechos humanos de Barcelona: Premio Amnistia Internacional
2014: Festival Plataforma Nuevos Realizadores Madrid: Premio al mejor largometraje. Premio de la crítica. Premio del jurado joven.
2014: MiradasDoc: Mención Honorífica
CRÍTICA
+ "Debería ser de obligación que todo el mundo viera este documental valiente y atrevido que se atreve a gritar lo que durante años se ha tratado de silenciar. Una historia que ha marcado la vida de muchos inocentes, que seguirán luchando por poner las cosas en su sitio. De momento, cuentan con este maravilloso documental que pone los pelos de punta y demuestra que la realidad supera la ficción." (Ángela Ruiz: El Palomitrón)
+ "El documental 'Ciutat Morta' es extraordinario y sobrecogedor" (Diego Galán: El País)
+ "Ciutat Morta es uno de los documentales más rabiosamente combativos que se ha hecho en mucho tiempo." (Pablo García: Cine Maldito)
+ "Documentales como Ciutat Morta, que desbordan expectativas y consiguen el primer sold out del festival. Documentales que obtienen un aplauso de varios minutos y dejan al público con un nudo en la garganta. Documentales que nos recuerdan que la impotencia existe, sí. Pero que a veces, por suerte, es posible luchar contra ella." (Marla Jacarilla: Culturaca)
+ "Xavier Artigas y Xapo Ortega arrancan la venda de los ojos al usar el caso del 4F como paradigma perfecto de extrapolación para denunciar: la violencia que sufrieron los detenidos a manos de la policía y su papel como vehículo de control del pueblo; la quimera de la justicia, latente queda su inexistencia en el documental o su aplicación con desigual baremo; y los prejuicios sociales, una condena errónea fundamentada en el look antisistema de los detenidos." (Jose Cabello: Cine Divergente)
+ "El documental se convierte en un revulsivo del pensamiento, un filme destinado a resucitar nuestro espíritu crítico y combativo desde la realidad escondida que nos rodea." (El antepenúltimo Mohicano)
+ "El documental 'Ciutat Morta' es extraordinario y sobrecogedor" (Diego Galán: El País)
+ "Ciutat Morta es uno de los documentales más rabiosamente combativos que se ha hecho en mucho tiempo." (Pablo García: Cine Maldito)
+ "Documentales como Ciutat Morta, que desbordan expectativas y consiguen el primer sold out del festival. Documentales que obtienen un aplauso de varios minutos y dejan al público con un nudo en la garganta. Documentales que nos recuerdan que la impotencia existe, sí. Pero que a veces, por suerte, es posible luchar contra ella." (Marla Jacarilla: Culturaca)
+ "Xavier Artigas y Xapo Ortega arrancan la venda de los ojos al usar el caso del 4F como paradigma perfecto de extrapolación para denunciar: la violencia que sufrieron los detenidos a manos de la policía y su papel como vehículo de control del pueblo; la quimera de la justicia, latente queda su inexistencia en el documental o su aplicación con desigual baremo; y los prejuicios sociales, una condena errónea fundamentada en el look antisistema de los detenidos." (Jose Cabello: Cine Divergente)
+ "El documental se convierte en un revulsivo del pensamiento, un filme destinado a resucitar nuestro espíritu crítico y combativo desde la realidad escondida que nos rodea." (El antepenúltimo Mohicano)
PUNTUACIONES
8,5 | 8,0 | 8,4 | |||
NOTA MEDIA: 8,3 |
TRAILER
VER TAMBIÉN
Por lo que dices, el contenido del documental parece escalofriante y es necesario que producciones como esta existan para hacer visibles las injusticias y denunciar los fallos de esta sociedad.
ResponderEliminarEs escalofriante ver con tus propios ojos y sin ningún tipo de filtro la terrorífica realidad que se nos ha estado ocultando. Películas/documentales cómo éste hay pocos, dónde deberían haber más valientes decididos a denunciar tantas injusticias sociales mediante éste medio. El echo de que su pase por una televisión pública haya despertado miles de consciencias nos indica lo realmente sometidos que nos tienen los medios, en los cuales siempre creemos ciegamente, nos digan lo que nos digan. La brecha que ha abierto Ciutat Morta en ésta venda que nos ocultaba los ojos es una verdadera arma para hacer justicia. Ojalá así sea.
ResponderEliminarLeí sobre la historia que da origen al documental hace ya varios años, de hecho cuando vivía en Barcelona, y me parecía difícil y escalofriante pensar que esa fuera otra realidad en esa hermosa ciudad. Si ya un relato escrito era bastante brutal no quiero imaginarme cómo será el visionado de esta cinta, pero la tengo pendientísima para tragármela en los siguientes días. Ya te contaré.
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