Retirada por todo lo alto del gran Hayao Miyazaki, El viento se levanta (Kaze tachinu; 2013) puede disfrutarse ahora en las salas de cine más dispares: de las comerciales a las de autor; y es que hay pocos directores que han conseguido poner de acuerdo a los más opuestos, y él es una estupenda excepción. Hay que aprovechar las contadas ocasiones que tenemos de disfrutar de buen cine de animación en los cines, y esta es una oportunidad que no hay que dejar pasar.
Jirô sueña con diseñar los más bellos aviones y volar junto a ellos, así lo seguiremos desde su niñez hasta su edad adulta, época en la que creará uno de los caza de combate más famosos de la histórica de la aviación bélica.
Es curioso ver como los sectores más ultra-derechistas de su país han criticado a Miyazaki por recrear un personaje histórico con dudas morales en vez de un patriótico ingeniero aeronáutico, y a su vez, algunos sectores de izquierda lo han juzgado por el simple echo de dedicar tiempo y esfuerzo a realizar un biopic sobre un hombre que tanto tuvo que ver con la muerte de tantas personas. Como curiosidad también se ha ganado la antipatía de los sectores anti-tabaco más reaccionarios, que no han sido capaces de soportar la veracidad histórica con la que el autor japonés ha retratado a su personaje, mostrándolo como fumador empedernido. Lo que está claro es que Miyazaki está en otra liga, él no quiere en absoluto dar la espalda a un echo, pero tampoco sobredimensionarlo, simplemente lo utiliza para lanzar su propio mensaje, un mensaje que nos viene lanzando hace décadas, así en síntesis es fácil ver cómo el argumento del filme trata sobre los sueños de un hombre, y como estos se vieron atrapados por los influjos de la guerra.
El viento se levanta no es en absoluto el filme más complejo del co-fundador de los estudios animados Ghibli, pero si es una de sus obras más personales -qué no la única-, y a mi parecer la más emotiva y llena de belleza. No se me ocurre una mejor despedida para la filmografía de uno de los directores japoneses más representativos de nuestro tiempo. Llama la atención, eso sí, que esta vez el director haya optado por un estilo más clásico y realista abandonando levemente uno de los géneros que tan bien le definen: el fantástico; y se acerca así más al relato de su compañero y amigo Isao Takahata, pero remarco el "levemente", ya que lo onírico hace acto de presencia en el filme y de un modo totalmente esencial para el relato, de echo es en esos momentos en los que podemos encontrar las señas más comunes del director, y los recursos recurrentes en su filmografía (si queréis una lectura muy interesante y completa sobre esos elementos y otros asuntos relacionados con la figura de Miyazaki, haceros con el libro de Laura Montero Plata: El mundo invisible de Hayao Miyazaki -Dolmen Editorial, 2012-; sin duda la tesis más completa sobre el director que se ha publicado en nuestro país.).
El viento se levanta se va transformando en un melodrama trágico a medida que avanza por sus escenas dibujadas a mano, y ese es a grandes rasgos lo que la diferencia del resto de su obra, y eso lo acerca más a figuras como Ozu o Naruse, aunque las relaciones siempre han estado presentes, aquí se hacen más explicitas.
El protagonista, Jiro, personaje masculino que lejos queda de las jóvenes y luchadoras niñas de la obra del director, se debate entre sus sueños, la lealtad a su país, su propia moral y el amor de su vida... Trágico amor que tiene como protagonista a Nahoko, una valiente muchacha -aunque de clase alta- que debe batir su propia lucha y que demuestra un espíritu de sacrificio -esta vez sí- propio de las muchachas que Miyazaki nos ha presentado anteriormente, Nohoko podría sin duda tener su propio filme.
A pesar del realismo del argumento, Miyazaki vuelve a apostar por un estilo animado más sencillo, más cercano a primera instancia a Ponyo en el acantilado (Gake no Ue no Ponyo; 2008), pero el detallismo de fondos y personajes es el propio de filmes anteriores al de la niña pez, comparables a los de El viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no kamikakushi; 2001) o La princesa Mononoke (Mononoke Hime; 1997). Unas pinturas que, a pesar de la tristeza final que se respira en El viento se levanta, inflan de belleza y esperanza el relato, convirtiéndolo en un filme de lo más conmovedor, sin caer jamás en los típicos sentimentalismos.
A estas alturas sólo podemos arrodillarnos ante la imponente banda sonora del filme, y no sólo por la maravillosa música que una vez más compone para Ghibli Joe Hisaishi, si no también a los artesanales efectos de sonido, nada sintéticos, realizados en ocasiones por voces humanas y que erizan la piel en todo momento, un detalle artístico que no hace más que sumarse al conjunto de orfebrería que compone El viento se levanta.
Sólo queda una pequeña reflexión que analizar detrás de lo que Miyazaki nos cuenta en su película. La pregunta sería si el biopic que hay detrás de El viento se levanta ¿nos habla realmente de un ingeniero aeronáutico o es en realidad un auto-retrato del propio director? La plasmación que hace Miyazaki sobre su protagonista va esta vez más allá que en ocasiones anteriores, como por ejemplo en Mi vecino Totoro (Tonari no Totoro; 1988) dónde nos cuenta una experiencia de su infancia, ya aquí los matices e ideales de Jiro pueden ser claramente relacionados con la forma de vida del artista.
Una despedida como he dicho por todo lo alto, pues El viento se levanta no será la obra más compleja, pero si la más bella que jamás ha realizado este artista japonés que se ha ganado un hueco en nuestros corazones.
Jirô sueña con diseñar los más bellos aviones y volar junto a ellos, así lo seguiremos desde su niñez hasta su edad adulta, época en la que creará uno de los caza de combate más famosos de la histórica de la aviación bélica.
"Se levanta el viento. ¡Debemos intentar vivir!"Con estas palabras del poeta y filósofo francés Paul Valéry, al que Miyazaki admira y con el que comparte ideas, arranca este último regalo del director nipón. Un biopic sobre Jirô Horikoshi, otro personaje que Miyazaki admira, aunque de modo distinto, por ser una figura que persiguió su sueño: hacer real sus sueños, aunque quizás sin quererlo, también creo pesadillas ya que Horikoshi diseño el caza moderno que tanto dolor causó en Pearl Harbor.
Es curioso ver como los sectores más ultra-derechistas de su país han criticado a Miyazaki por recrear un personaje histórico con dudas morales en vez de un patriótico ingeniero aeronáutico, y a su vez, algunos sectores de izquierda lo han juzgado por el simple echo de dedicar tiempo y esfuerzo a realizar un biopic sobre un hombre que tanto tuvo que ver con la muerte de tantas personas. Como curiosidad también se ha ganado la antipatía de los sectores anti-tabaco más reaccionarios, que no han sido capaces de soportar la veracidad histórica con la que el autor japonés ha retratado a su personaje, mostrándolo como fumador empedernido. Lo que está claro es que Miyazaki está en otra liga, él no quiere en absoluto dar la espalda a un echo, pero tampoco sobredimensionarlo, simplemente lo utiliza para lanzar su propio mensaje, un mensaje que nos viene lanzando hace décadas, así en síntesis es fácil ver cómo el argumento del filme trata sobre los sueños de un hombre, y como estos se vieron atrapados por los influjos de la guerra.
El viento se levanta no es en absoluto el filme más complejo del co-fundador de los estudios animados Ghibli, pero si es una de sus obras más personales -qué no la única-, y a mi parecer la más emotiva y llena de belleza. No se me ocurre una mejor despedida para la filmografía de uno de los directores japoneses más representativos de nuestro tiempo. Llama la atención, eso sí, que esta vez el director haya optado por un estilo más clásico y realista abandonando levemente uno de los géneros que tan bien le definen: el fantástico; y se acerca así más al relato de su compañero y amigo Isao Takahata, pero remarco el "levemente", ya que lo onírico hace acto de presencia en el filme y de un modo totalmente esencial para el relato, de echo es en esos momentos en los que podemos encontrar las señas más comunes del director, y los recursos recurrentes en su filmografía (si queréis una lectura muy interesante y completa sobre esos elementos y otros asuntos relacionados con la figura de Miyazaki, haceros con el libro de Laura Montero Plata: El mundo invisible de Hayao Miyazaki -Dolmen Editorial, 2012-; sin duda la tesis más completa sobre el director que se ha publicado en nuestro país.).
El viento se levanta se va transformando en un melodrama trágico a medida que avanza por sus escenas dibujadas a mano, y ese es a grandes rasgos lo que la diferencia del resto de su obra, y eso lo acerca más a figuras como Ozu o Naruse, aunque las relaciones siempre han estado presentes, aquí se hacen más explicitas.
El protagonista, Jiro, personaje masculino que lejos queda de las jóvenes y luchadoras niñas de la obra del director, se debate entre sus sueños, la lealtad a su país, su propia moral y el amor de su vida... Trágico amor que tiene como protagonista a Nahoko, una valiente muchacha -aunque de clase alta- que debe batir su propia lucha y que demuestra un espíritu de sacrificio -esta vez sí- propio de las muchachas que Miyazaki nos ha presentado anteriormente, Nohoko podría sin duda tener su propio filme.
A pesar del realismo del argumento, Miyazaki vuelve a apostar por un estilo animado más sencillo, más cercano a primera instancia a Ponyo en el acantilado (Gake no Ue no Ponyo; 2008), pero el detallismo de fondos y personajes es el propio de filmes anteriores al de la niña pez, comparables a los de El viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no kamikakushi; 2001) o La princesa Mononoke (Mononoke Hime; 1997). Unas pinturas que, a pesar de la tristeza final que se respira en El viento se levanta, inflan de belleza y esperanza el relato, convirtiéndolo en un filme de lo más conmovedor, sin caer jamás en los típicos sentimentalismos.
A estas alturas sólo podemos arrodillarnos ante la imponente banda sonora del filme, y no sólo por la maravillosa música que una vez más compone para Ghibli Joe Hisaishi, si no también a los artesanales efectos de sonido, nada sintéticos, realizados en ocasiones por voces humanas y que erizan la piel en todo momento, un detalle artístico que no hace más que sumarse al conjunto de orfebrería que compone El viento se levanta.
Sólo queda una pequeña reflexión que analizar detrás de lo que Miyazaki nos cuenta en su película. La pregunta sería si el biopic que hay detrás de El viento se levanta ¿nos habla realmente de un ingeniero aeronáutico o es en realidad un auto-retrato del propio director? La plasmación que hace Miyazaki sobre su protagonista va esta vez más allá que en ocasiones anteriores, como por ejemplo en Mi vecino Totoro (Tonari no Totoro; 1988) dónde nos cuenta una experiencia de su infancia, ya aquí los matices e ideales de Jiro pueden ser claramente relacionados con la forma de vida del artista.
Una despedida como he dicho por todo lo alto, pues El viento se levanta no será la obra más compleja, pero si la más bella que jamás ha realizado este artista japonés que se ha ganado un hueco en nuestros corazones.
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TÍTULO ORIGINAL Kaze tachinu (The Wind Rises) AÑO 2013 DURACIÓN 125 min. PAÍS Japón IDIOMA Japonés, Alemán, Italiano, Francés DIRECCIÓN Hayao Miyazaki GUIÓN Hayao Miyazaki (Cómic: Hayao Miyazaki. Novela: Tatsuo Hori) MÚSICA Joe Hisaishi VOCES ORIGINALES Hideaki Anno, Miori Takimoto, Hidetoshi Nishijima, Masahiko Nishimura, Steve Alpert, Morio Kazama, Keiko Takeshita, Mirai Shida, Jun Kunimura, Shinobu Otake, Nomura Mansai PRODUCTORA Studio Ghibli
GÉNERO Animación. Drama
TEMÁTICA Biográfico. Melodrama. Aviones. II Guerra Mundial. Años 20. Años 30. Manga. Catástrofes. Terremotos
SINOPSIS
Jiro, que sueña con volar y diseñar hermosos aviones, se inspira en el
famoso diseñador aeronáutico italiano Caproni. Corto de vista desde niño
y por ello incapaz de volar, se une a la división aeronáutica de una
compañía de ingeniería en 1927. Su genio pronto es reconocido y se
convierte en uno de los más prestigiosos diseñadores aeronáuticos. Film
biográfico que recrea hechos históricos que marcaron su vida, como el
terremoto de Kanto de 1923, la Gran Depresión, la epidemia de
tuberculosis y la entrada de Japón en la Segunda Guerra Mundial.
PREMIOS
2013: Premios Oscar: Nominada a Mejor película de animación
2013: Globos de Oro: Nominada a mejor película extranjera
2013: National Board of Review (NBR): Mejor película de animación
2013: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película de animación
2013: Críticos de Chicago: Mejor película de animación
2013: Asociación de críticos de Los Angeles: 2ª Mejor película de animación
2013: Critics Choice: Nominada a Mejor película de animación
2013: Premios Annie: Mejor guión. Nominada a Mejor película
2013: Festival de Venecia: Sección oficial largometrajes a concurso
2013: Satellite Awards: Nominada a Mejor película de animación
2013: Globos de Oro: Nominada a mejor película extranjera
2013: National Board of Review (NBR): Mejor película de animación
2013: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película de animación
2013: Críticos de Chicago: Mejor película de animación
2013: Asociación de críticos de Los Angeles: 2ª Mejor película de animación
2013: Critics Choice: Nominada a Mejor película de animación
2013: Premios Annie: Mejor guión. Nominada a Mejor película
2013: Festival de Venecia: Sección oficial largometrajes a concurso
2013: Satellite Awards: Nominada a Mejor película de animación
CRÍTICA
+ "Drama histórico de una belleza inquietante (...) Miyazaki está en la cima de su arte visual, alternando exuberantes paisajes rurales de colores vivos, con épicos lienzos urbanos superpoblados." (Scott Foundas: Variety)
+ "Miyazaki, que es a la vez artista e ingeniero, ha vivido su década dorada por tercera vez, y sin embargo, continúa dejándonos atónitos." (Robbie Collin: Telegraph)
+ "Puede que no sea la película más accesible del director, pero es una de sus más fascinantes y seductoras" (Oliver Lyttelton: Indiewire)
= "Su 'look' es asombroso, pero no logra hacer frente bien a la política de su tema. (...) Naturalmente la animación es un placer para la vista (...) pero la película es demasiado controlada, le falta garra (...) Puntuación: ★★★ (sobre 5)" (Xan Brooks: The Guardian)
+ "Una película sobre el preludio a la guerra y la belleza de volar, cuyos superlativos efectos visuales remarcan cuán maravillosa es la vida." (Deborah Young: The Hollywood Reporter)
+ "El señor Miyazaki provee la vida y los sueños de Jiro de una elegancia lírica y una dolorida angustia." (Nicolas Rapold: The New York Times)
+ "Si Miyazaki finalmente no se retira, le costará superar este maravilloso, encantador biopic (...) La perseverancia y la fuerza de sus personajes, su amor por la humanidad, se sienten como un oasis en un desierto de cinismo." (Alonso Duralde: The Wrap)
+ "Jiro es un ingeniero serio y un romántico, no un soldado. Y 'The Wind Rises' transmite la poesía visual a la que hace referencia su título. (...) Puntuación: ★★★ (sobre 4)" (Claudia Puig: USA Today)
+ "Es una gran historia, y en este hito de película Miyazaki cumple cada demanda. Siéntate y observa. (...) Puntuación: ★★★½ (sobre 4)" (Peter Travers: Rolling Stone)
+ "Si este es el adiós de Miyazaki, es un buen adiós. (...) Puntuación: ★★★½ (sobre 4)" (Michael Phillips: Chicago Tribune)
= "Tiene momentos estéticamente deslumbrantes (...) Y un tono tan romántico como veraz (...) Miyazaki habla de las pasiones de este hombre singular con imágenes muy hermosas, pero dilata innecesariamente el metraje." (Carlos Boyero: Diario El País)
+ "Sin poseer la lírica desatada y cautiva de sus mejores trabajos, la película se ofrece sin embargo como un perfecto, agónico y doloroso resumen de, quizá, una vida entera entregada a hacer desaparecer la pantalla de los cines; a empapar la realidad con el veneno del deseo." (Luis Martínez: Diario El Mundo)
+ "Quizá sea la más contenida y antiespectacular de las películas [de Miyazaki] (...) El director logra hacer palpable lo invisible (...) un hondo melodrama de la resignación" (Jordi Costa: Diario El País)
= "Un testamento en el que uno echa en falta un corazón dramático menos confuso (...) Miyazaki no se atreve a preservar el recuerdo de la destrucción colectiva y lo disuelve en el dolor personal [del protagonista] (...) Puntuación: ★★★ (sobre 5)" (Salvador Llopart: Diario La Vanguardia)
+ "Es una película monumental y deslumbrante (...) Bella y escrita con mimo (...) regala una inolvidable historia de amor (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)" (Desirée de Fez: Fotogramas)
+ "El maestro Miyazaki se despide del cine por todo lo alto (...) Puntuación: ★★★★½ (sobre 5)" (Rubén Romero: Cinemanía)
+ "Miyazaki, que es a la vez artista e ingeniero, ha vivido su década dorada por tercera vez, y sin embargo, continúa dejándonos atónitos." (Robbie Collin: Telegraph)
+ "Puede que no sea la película más accesible del director, pero es una de sus más fascinantes y seductoras" (Oliver Lyttelton: Indiewire)
= "Su 'look' es asombroso, pero no logra hacer frente bien a la política de su tema. (...) Naturalmente la animación es un placer para la vista (...) pero la película es demasiado controlada, le falta garra (...) Puntuación: ★★★ (sobre 5)" (Xan Brooks: The Guardian)
+ "Una película sobre el preludio a la guerra y la belleza de volar, cuyos superlativos efectos visuales remarcan cuán maravillosa es la vida." (Deborah Young: The Hollywood Reporter)
+ "El señor Miyazaki provee la vida y los sueños de Jiro de una elegancia lírica y una dolorida angustia." (Nicolas Rapold: The New York Times)
+ "Si Miyazaki finalmente no se retira, le costará superar este maravilloso, encantador biopic (...) La perseverancia y la fuerza de sus personajes, su amor por la humanidad, se sienten como un oasis en un desierto de cinismo." (Alonso Duralde: The Wrap)
+ "Jiro es un ingeniero serio y un romántico, no un soldado. Y 'The Wind Rises' transmite la poesía visual a la que hace referencia su título. (...) Puntuación: ★★★ (sobre 4)" (Claudia Puig: USA Today)
+ "Es una gran historia, y en este hito de película Miyazaki cumple cada demanda. Siéntate y observa. (...) Puntuación: ★★★½ (sobre 4)" (Peter Travers: Rolling Stone)
+ "Si este es el adiós de Miyazaki, es un buen adiós. (...) Puntuación: ★★★½ (sobre 4)" (Michael Phillips: Chicago Tribune)
= "Tiene momentos estéticamente deslumbrantes (...) Y un tono tan romántico como veraz (...) Miyazaki habla de las pasiones de este hombre singular con imágenes muy hermosas, pero dilata innecesariamente el metraje." (Carlos Boyero: Diario El País)
+ "Sin poseer la lírica desatada y cautiva de sus mejores trabajos, la película se ofrece sin embargo como un perfecto, agónico y doloroso resumen de, quizá, una vida entera entregada a hacer desaparecer la pantalla de los cines; a empapar la realidad con el veneno del deseo." (Luis Martínez: Diario El Mundo)
+ "Quizá sea la más contenida y antiespectacular de las películas [de Miyazaki] (...) El director logra hacer palpable lo invisible (...) un hondo melodrama de la resignación" (Jordi Costa: Diario El País)
= "Un testamento en el que uno echa en falta un corazón dramático menos confuso (...) Miyazaki no se atreve a preservar el recuerdo de la destrucción colectiva y lo disuelve en el dolor personal [del protagonista] (...) Puntuación: ★★★ (sobre 5)" (Salvador Llopart: Diario La Vanguardia)
+ "Es una película monumental y deslumbrante (...) Bella y escrita con mimo (...) regala una inolvidable historia de amor (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)" (Desirée de Fez: Fotogramas)
+ "El maestro Miyazaki se despide del cine por todo lo alto (...) Puntuación: ★★★★½ (sobre 5)" (Rubén Romero: Cinemanía)
PUNTUACIONES
9,5 | 7,4 | 8,1 | |||
NOTA MEDIA: 8,3 |
TRAILER
VER TAMBIÉN
¡¡¡¡¡¡Cuidado Spoilers!!!!!!
ResponderEliminarEstupenda película, precioso el mensaje. Como esos detalles te menten en la historia. Acababa de llegar de Granada, alli hay de esos pequeños riachuelos o canales, se escucha el viento, el sonido de los pajaros y el agua del canal y me pone la piel de gallina. El sonido de los grillos y la farola en la oscuridad y el silencio de la noche, Estar junto all lado de tu amada y verle la cara ¡¡¡Este hombre es un genio!!!! Luego igual que en la colina de las amapolas su historia es muy sencilla, pero la animación la potencia. Aunque tiene muchos saltos la historia y a veces es dificil saber si es uno de sus sueños o realidad. Igual que el ingeniero alemán Wernher von Braun quien tenia el sueño de llevar cohetes al espacio se vio en la obligación construir misiles para la guerra. No estoy justificandolos lo que hicieron esta mal, si no miralo su mujer pudo haberse salvado pero decidio estar junto a el. Increible historia de animación aunque por lo triste de esta es de un sabor bastante agridulce.
Un abrazo.
Ya sabes lo que opino, igual podría escribir más y más de lo mucho que me gustó y emocionó esta película. Es fantástica. Una de mis escenas favoritas es la recreación del terremoto de Kanto, que si no me equivoco, como bien mencionas, los efectos de sonido fueron realizados con voces humanas. Increíble.
ResponderEliminarPor cierto, uno tan acostumbrado a los mensajes morales del cine hollywoodense, debo aceptar que ver tantos cigarros por todos lados sí me desconcertó un poco al principio. Me sucede igual cuando veo en películas antiguas cuando los personajes fuman en cualquier espacio cerrado como lo más normal del mundo.
Un abrazo.