A pesar de contar con un par de propuestas algo más arriesgadas como eran el thriller El Niño (2014) del ya preseleccionado anteriormente Daniel Monzón con su Celda 211 (2009), o el drama romántico de calibre internacional -a pesar de ser producción más modesta- 10.000 KM. (Carlos Marqués-Marcet, 2014), este año la academia no sorprende al elegir una tragicomedia de aires sesenteros, dónde no faltan sus dosis de denuncia social, en un guión construido gracias a la historia real del profesor de inglés Juan Carrión Gañán, el cual instruía a sus alumnos a través de las canciones de The Beatles, y que tras una charla con John Lennon consiguió que el grupo inglés incluyera las letras de sus canciones en sus álbumes, algo que con el tiempo se ha convertido en práctica habitual para cualquier formación musical.
Antonio es un profesor de inglés que se toma un día libre para viajar a Almería dónde John Lenon está rodando una película y así poder hablar con él. Por el camino recoge a Belén, joven de 21 años que busca el modo de encarrilar su vida al sufrir un embarazo no deseado, y a Juanjo, un chico de 17 que escapa de su casa tas una discusión con su padre.
David Trueba construye una película suave y melancólica que nos habla sobre los caminos de la vida, sobre la amistad, y las buena emociones. Pero en su película, también se habla de temas de calibre más duro, de un carácter más social y didáctico, y por desgracia esa segunda parte no termina de encajar con la primera, y hace que nos topemos con una película de un calado emocional menor al que de entrada podría haber apostado.
Vivir es fácil con los ojos cerrados nos lleva a plena época franquista para crear un anacronismo premeditado, es decir, queriéndonos hablar del presente a través del pasado. Trueba nos muestra como la España franquista no ha desaparecido y sigue afectando a nuestros tiempos, por eso se atreve a aderezar su film con temas que hoy están a la orden del día en nuestro país: el aborto, la educación, el papel de la mujer en la sociedad, el abuso de poder... entre otros aspectos que se tratan con más sutileza en el filme. Todos ellos muy nobles, pero que no hacen más que emborronar la historia principal del filme, la que en realidad cuenta con la fuerza suficiente para aguantar el peso de una película por si sola, y es el viaje de ese profesor. Una lástima que Trueba haya apostado más por lo didáctico que por lo entrañable, sin duda hubiésemos gozado -salvando las distancias- con una versión española de Una historia verdadera (The Straight Story; David Lynch, 1999), y no con el popurrí que finalmente nos ha ofrecido, que aunque se ve con agrado y simpatía, es fácil darse cuenta de lo mal estructurado del filme.
Y no nos engañemos, parte de la gracia que salva el filme reside en ese protagonista que tan bien sabe Javier Cámara hacerse suyo, los entrañables momentos que vive el profesor, y los diálogos -que por suerte si son de nota- que Trueba escribe para él o el resto del plantel. Un plantel secundario que intenta sobresalir en la película, pero que parece que jamás alza el vuelo. No me atrevo a decir si es por unos personajes que mejor no se hubiesen escrito o por unos interpretes que no encajan en sus papeles.
En el filme se hace demasiado evidente la escasa dirección de actores, que por momentos no se esmeran ni en disimular su acento. Se nota en exceso el uso de clichés con el catalán agarrado, el andaluz tontorrón y de acento cerrado o el guardia civil con mala leche, por nombrar algunos. Y deja mucho que desear el uso que se le da al vestuario, que aunque esté bien escogido, se presenta en el filme como si este fuese un desfile de modelos. Poco importa si nuestros protagonistas cruzan el caluroso desierto, que los veremos bajar de su coche sin que ni una mota de polvo, ni una gota de sudor haya manchado sus planchados modelitos, sin que se hayan despeinado, o sin que tan siquiera se hayan ensuciado los bajos del automóvil. (Todavía más irrisorios son los cambios de ropa de la chica protagonista, con los cuales nos llegamos a preguntar como mete tanta ropa en esa pequeña maleta).
Es por eso que a pesar de que el filme nos deje al terminar con una agradable sensación nostálgica -y es eso sin duda lo que salva todo el metraje-, no tardemos en darnos cuenta rápidamente de todo aquello que la emborrona, y nos deja con el conocimiento de que Vivir con los ojos cerrados podría haber sido una mejor película.
Antonio es un profesor de inglés que se toma un día libre para viajar a Almería dónde John Lenon está rodando una película y así poder hablar con él. Por el camino recoge a Belén, joven de 21 años que busca el modo de encarrilar su vida al sufrir un embarazo no deseado, y a Juanjo, un chico de 17 que escapa de su casa tas una discusión con su padre.
David Trueba construye una película suave y melancólica que nos habla sobre los caminos de la vida, sobre la amistad, y las buena emociones. Pero en su película, también se habla de temas de calibre más duro, de un carácter más social y didáctico, y por desgracia esa segunda parte no termina de encajar con la primera, y hace que nos topemos con una película de un calado emocional menor al que de entrada podría haber apostado.
Vivir es fácil con los ojos cerrados nos lleva a plena época franquista para crear un anacronismo premeditado, es decir, queriéndonos hablar del presente a través del pasado. Trueba nos muestra como la España franquista no ha desaparecido y sigue afectando a nuestros tiempos, por eso se atreve a aderezar su film con temas que hoy están a la orden del día en nuestro país: el aborto, la educación, el papel de la mujer en la sociedad, el abuso de poder... entre otros aspectos que se tratan con más sutileza en el filme. Todos ellos muy nobles, pero que no hacen más que emborronar la historia principal del filme, la que en realidad cuenta con la fuerza suficiente para aguantar el peso de una película por si sola, y es el viaje de ese profesor. Una lástima que Trueba haya apostado más por lo didáctico que por lo entrañable, sin duda hubiésemos gozado -salvando las distancias- con una versión española de Una historia verdadera (The Straight Story; David Lynch, 1999), y no con el popurrí que finalmente nos ha ofrecido, que aunque se ve con agrado y simpatía, es fácil darse cuenta de lo mal estructurado del filme.
Y no nos engañemos, parte de la gracia que salva el filme reside en ese protagonista que tan bien sabe Javier Cámara hacerse suyo, los entrañables momentos que vive el profesor, y los diálogos -que por suerte si son de nota- que Trueba escribe para él o el resto del plantel. Un plantel secundario que intenta sobresalir en la película, pero que parece que jamás alza el vuelo. No me atrevo a decir si es por unos personajes que mejor no se hubiesen escrito o por unos interpretes que no encajan en sus papeles.
En el filme se hace demasiado evidente la escasa dirección de actores, que por momentos no se esmeran ni en disimular su acento. Se nota en exceso el uso de clichés con el catalán agarrado, el andaluz tontorrón y de acento cerrado o el guardia civil con mala leche, por nombrar algunos. Y deja mucho que desear el uso que se le da al vestuario, que aunque esté bien escogido, se presenta en el filme como si este fuese un desfile de modelos. Poco importa si nuestros protagonistas cruzan el caluroso desierto, que los veremos bajar de su coche sin que ni una mota de polvo, ni una gota de sudor haya manchado sus planchados modelitos, sin que se hayan despeinado, o sin que tan siquiera se hayan ensuciado los bajos del automóvil. (Todavía más irrisorios son los cambios de ropa de la chica protagonista, con los cuales nos llegamos a preguntar como mete tanta ropa en esa pequeña maleta).
Es por eso que a pesar de que el filme nos deje al terminar con una agradable sensación nostálgica -y es eso sin duda lo que salva todo el metraje-, no tardemos en darnos cuenta rápidamente de todo aquello que la emborrona, y nos deja con el conocimiento de que Vivir con los ojos cerrados podría haber sido una mejor película.
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TÍTULO ORIGINAL Vivir es fácil con los ojos cerrados AÑO 2013 DURACIÓN 108 min. PAÍS España IDIOMA Español, algunas palabras en Inglés y Catalán DIRECCIÓN David Trueba GUIÓN David Trueba MÚSICA Pat Metheny FOTOGRAFÍA Daniel Vilar REPARTO Javier Cámara, Natalia de Molina, Francesc Colomer, Ramón Fontserè, Jorge Sanz, Ariadna Gil, Rogelio Fernández PRODUCTORA Canal+ España / Fernando Trueba Producciones Cinematográficas / Televisión Española (TVE)
GÉNERO Drama. Comedia
TEMÁTICA Comedia dramática. Años 60. Road Movie. Basado en hechos reales. Enseñanza. Música
SINOPSIS
Antonio (Javier Cámara) es un profesor que utiliza las canciones de The
Beatles para enseñar inglés en la España de 1966. Cuando se entera de
que su ídolo John Lennon está en Almería rodando una película, decide
viajar hasta allí para conocerle. En su ruta recoge a Juanjo (Francesc
Colomer), un chico de 16 años que se ha fugado de casa, y a Belén
(Natalia de Molina), una joven de 21 que aparenta estar también
escapando de algo.
PREMIOS
2013: 6 Premios Goya, incluyendo mejor película, director y actor (Cámara). 7 Nom.
2013: Festival de San Sebastián: Sección oficial de largometrajes a concurso
2014: Seleccionada para representar España en los Oscar
2013: Festival de San Sebastián: Sección oficial de largometrajes a concurso
2014: Seleccionada para representar España en los Oscar
CRÍTICA
+ "Trueba, y ahí el mérito de la cinta, reconstruye sin el más mínimo pudor, sin coartadas académicas y, lo más importante, con total precisión, lo que queda cuando ya se ha olvidado todo." (Luis Martínez: Diario El Mundo)
+ "Sobreviviendo con gracia a la caspa. (...) contada por David Trueba con arte, sutileza, emoción y gracia. (...) [Javier Cámara] hace un trabajo espléndido" (Carlos Boyero: Diario El País)
+ "Reivindica David Trueba el derecho al relato de buen rollo y la evocación del pasado, si no idílica, sí bañada en risueña melancolía. (...) Puntuación: ★★★ (sobre 5)" (Ricardo Aldarondo: Fotogramas)
+ "Casi todo es creíble, auténtico, soñador, honesto y franco en este notable filme (...) Puntuación: ★★★½ (sobre 5)" (Javier Cortijo: Cinemanía)
+ "Película luminosa y cargada de carisma, excéntrica mezcla de road movie y western errante con chamán en el punto de destino, a la que no le hubiese venido mal algún contrapunto amargo" (Jordi Costa: Diario El País)
= "Lo más sorprendente de esta «road movie» es su energía positiva, que, por desgracia, se traduce en un tono didáctico y previsible (...) el resultado se queda a medias" (Sergi Sánchez: Diario La Razón)
+ "El trabajo de Javier Cámara es homérico, trascendental y «contamina» todo lo demás (...) con qué lucidez y sentido del humor desenmascara David Trueba el empeño de reunir en una idea dos conceptos imposibles, memoria e historia (...) Puntuación: ★★★ (sobre 5)" (E. Rodríguez Marchante: Diario ABC)
+ "Sobreviviendo con gracia a la caspa. (...) contada por David Trueba con arte, sutileza, emoción y gracia. (...) [Javier Cámara] hace un trabajo espléndido" (Carlos Boyero: Diario El País)
+ "Reivindica David Trueba el derecho al relato de buen rollo y la evocación del pasado, si no idílica, sí bañada en risueña melancolía. (...) Puntuación: ★★★ (sobre 5)" (Ricardo Aldarondo: Fotogramas)
+ "Casi todo es creíble, auténtico, soñador, honesto y franco en este notable filme (...) Puntuación: ★★★½ (sobre 5)" (Javier Cortijo: Cinemanía)
+ "Película luminosa y cargada de carisma, excéntrica mezcla de road movie y western errante con chamán en el punto de destino, a la que no le hubiese venido mal algún contrapunto amargo" (Jordi Costa: Diario El País)
= "Lo más sorprendente de esta «road movie» es su energía positiva, que, por desgracia, se traduce en un tono didáctico y previsible (...) el resultado se queda a medias" (Sergi Sánchez: Diario La Razón)
+ "El trabajo de Javier Cámara es homérico, trascendental y «contamina» todo lo demás (...) con qué lucidez y sentido del humor desenmascara David Trueba el empeño de reunir en una idea dos conceptos imposibles, memoria e historia (...) Puntuación: ★★★ (sobre 5)" (E. Rodríguez Marchante: Diario ABC)
PUNTUACIONES
6,0 | 6,5 | 7,0 | |||
NOTA MEDIA: 6,5 |
TRAILER
VER TAMBIÉN
La película tiene muchos defectos, como bien señalas. Pero la historia tiene fuerza y el trabajo de Javier Cámara es impecable según nos tiene acostumbrados. A falta de ver "El niño", creo que es una buena elección para representar a España en los Oscar. Saludos.
ResponderEliminarTengo ganas de verla por el mensaje que envía: esos sueños de un hombre, que hoy en día sigue educando...
ResponderEliminarLa presencia de Javier Cámara, siempre le da credibilidad a todo aquello que interpreta. Pero sin duda me quedo con esas letras de Los Beatles!!
Un saludoOo enorme!!
Supongo que es una fórmula bien conocida eso de los melodramas históricos pegan bien en los Óscares, aunque la propuesta de éste no termina por parecerme lo suficientemente sólida como para colarse en las nominadas. No sabía del caso y la verdad suena bastante curioso, pero de resto no me llama demasiado la atención.
ResponderEliminarAquí en México seleccionaron a "Cantinflas" para representarnos. Todavía no tengo el valor de verla. ¿Ha sonado por allá? Hubo aquí un pequeño revuelo con que el protagonismo recayera en un español (Óscar Jaenada).
Un abrazo.